Sindicales

23/10/2014|1337

Movilización contra el intento de sancionar delegados


Más de cien trabajadores de Montich, con su cuerpo de delegados en pleno, junto a delegados de varias e importantes fábricas y talleres, se convocaron frente a la sede de la UOM para repudiar el intento de la burocracia de sancionar a los delegados de Montich.


 


El secretario general de la seccional, Urbano, un agente de Caló a nivel nacional y de De la Sota a nivel provincial, había convocado a comisión directiva para ese día con un único punto en el temario: sancionar a los delegados de la empresa Montich. La movilización obrera fue recibida con un gremio custodiado por la policía de De la Sota; finalmente, la reunión de comisión directiva no se desarrolló.


 


La burocracia la emprende contra los delegados por haber denunciado públicamente a la empresa por un fraude contra las finanzas públicas y los trabajadores. A pesar de que no hay suspensiones desde junio y que además se hacen horas extras, la empresa accedió al programa de Reactivación Productiva (Repro).


 


Los delegados habían denunciado que la patronal los instruyó en asambleas a cobrar los 2.000 pesos del subsidio nacional para luego reintegrárselos a la empresa a cambio de 390 pesos y tres bolsones con mercadería. La multinacional buscó asociar a los trabajadores al fraude para sacarse de encima el reclamo de un aumento salarial. La empresa cometió el fraude con el aval de la directiva de la UOM, la cual participó de las asambleas “instructivas”. El gremio se beneficiaba con un 5,5 por ciento, todo lo cual terminó siendo reconocido públicamente por Urbano. A partir de conocida la denuncia, la burocracia la emprendió contra los delegados.


 


 


 


Valeo


 


La persecución de la burocracia contra los delegados de Montich no es la única. Es un proceso en el cual Urbano está metido en asociación con las patronales, la Justicia y el gobierno, luego de tomar clara conciencia de que una tendencia antiburocrática y combativa va cobrando cuerpo en el gremio.


 


El primer objetivo fue desmantelar Valeo que -con la toma victoriosa en febrero- abrió un proceso de lucha en todo el gremio. Quince trabajadores están con causas judiciales y dos delegados con pedido de desafuero. La burocracia dejó actuar a la patronal, aislando la resistencia de los trabajadores y permitiendo cien despidos en seis meses (los últimos 35 fueron resistidos con un semana de paro, que finalmente se levantó sin obtener las reincorporaciones exigidas).


 


Mientras la directiva arma reuniones para sancionar delegados que luchan, no ha tomado una sola medida para impedir los despidos ni abrir la discusión salarial, que es un reclamo generalizado.


Defensa de los delegados, reapertura de paritarias y reincorporación de los despedidos


 


La reacción de los delegados y los trabajadores marchando hacia el gremio es un gran paso adelante. Abre el camino para unificar al conjunto de los trabajadores metalúrgicos bajo un programa de reclamos que fueron claramente expresados en el paro del 28 de mayo, y que la burocracia se ha esforzado en diluir.


 


Ni una sanción a los delegados de Montich. Basta de persecución judicial, patronal y de la burocracia contra el activismo y los delegados. Asambleas en todas las fábricas para sacar mandatos por un plan de lucha por la reapertura de las paritarias, un 30 por ciento inmediato y la reincorporación de los despedidos.