El viernes 5 de marzo, la multinacional despidió a un compañero del establecimiento donde funciona el 110. La complicidad del sindicato (Soetc, adherido a la Foeesitra) es total.

La patronal inventó una causa, ya que en junio de 2009 la Foeesitra, en el acta del acuerdo de miseria salarial, tomó el compromiso de “paz social” a cambio de la obligación de la empresa de garantizar la estabilidad laboral. La burocracia aceptó la causa inventada y desarrolló una campaña de amedentramiento para que no hubiera reacción alguna frente al despido.

Pero ese mismo lunes, el activismo telefónico de varios establecimientos, nucleado principalmente en la combativa agrupación violeta (Utatec), convocó a una asamblea en la puerta del edificio, a la que asistieron más de 70 compañeros y que recibió la solidaridad de distintas organizaciones sociales y políticas. Minutos antes, los delegados del edificio, alineados con la conducción, “cambiaron” su posición y le plantearon al compañero que iban a reclamar su reincorporación pero que no se movilizara, que les diera tiempo. Minutos después, la patronal ya hacía correr el rumor de la indemnización. A pesar de todo, las asambleas van aumentando en su cantidad.

Los trabajadores han sacado la conclusión correcta de que el despido no puede pasar.

Está a la orden del día la convocatoria para una la asamblea general y el establecimiento de un plan de lucha por la reincorporación. El petitorio desarrollado por la Utatec, que exige al sindicato que convoque al paro contra el despido, plantea el camino más eficaz.