La comisión interna de los trabajadores del Frigorífico Rioplatense informó sobre el fallecimiento del operario de mantenimiento Javier Escobar, a quien apodaban el “Sapo”, luego de recibir una descarga eléctrica cuando trabajaba en la máquina de cortar librillo. “Esto ocurre por las deficiencias en materia de seguridad e higiene”, acusan responsabilizando a la patronal y advirtiendo que ellas fueron “tantas veces fueron reclamadas y no escuchadas”.

En el comunicado que difundieron, señalan las negligencias apuntando “tanto la ‘salida de emergencia’, con una escalera tan angosta que dificultó su traslado, como la falta de instrumental en la enfermería, o de una ambulancia, razón por la cual se tuvo que esperar más de cuarenta minutos a la ambulancia para tener un desfibrilador disponible. Un instrumento que hemos reclamado en más de una oportunidad”.

Los trabajadores interrumpieron sus actividades en la planta, ubicada en Pacheco, y realizaron una asamblea en la que votaron declararse en duelo. También resolvieron “reunirse nuevamente mañana al inicio de la jornada para definir los pasos a seguir frente a este penoso suceso”. “Es necesario que se tomen de inmediato las medidas que se necesitan para garantizar la seguridad en el trabajo”, concluyeron.

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