El rechazo a la política de ajuste y a los aprietes y persecución del gobierno hacia la docencia se verificó en la calles de Viedma: unos 4.000 trabajadoras y trabajadores de la educación coparon el centro de la capital rionegrina y recorrieron las principales dependencias públicas en una combativa y ruidosa marcha.

Los cánticos expresaron el repudio a la política de bajas salariales de la gobernadora Carreras y los intentos de vulnerar el derecho a huelga de los ministros de Educación, Pablo Núñez y de Trabajo, Jorge Stopiello. Miles de docentes condenaron los aprietes y las amenazas vertidas por los funcionarios. El pedido de que sean expulsados de sus ministerios fue casi unánime. El marco de la movilización multitudinaria tuvo un 90% de acatamiento al paro.

“Es la movilización exclusivamente docente más grande que recuerdo”, reflexionó un experimentado militante, haciendo alusión también al aislamiento que sufre el gremio docente, ya que las conducciones de ATE, UPCN y judiciales cerraron a la baja nuevamente. La continuidad de la lucha docente, arrancada desde la base a la conducción Azul-Arancibia, amenaza con arrastrar nuevamente a la lucha al resto de los sindicatos estatales.

La contundencia de la marcha es una respuesta al amedrentamiento de imponerle a la docencia una conciliación obligatoria, viciada de nulidad absoluta y de manifiesta parcialidad del Ministerio de Trabajo, que busca multar al gremio Unter pero permite la confección de listas negras de huelguistas y los descuentos de los días de paro de febrero.

El reclamo docente que hace eje en la recomposición salarial, un 30% de pérdida en relación a la inflación del 2021 y 2022, no deja de lado la cuestión de la situación de los edificios escolares, el funcionamiento de la obra social y la moratoria previsional a la cual se ven obligados a adherir aquellos docentes en condiciones de jubilarse.

Profundizar el conflicto es nacionalizar las luchas provinciales

Al momento de intervenir el dirigente Jorge Molina, miembro de Ctera y de la CTA de los Trabajadores de Río Negro, la multitud clamó un masivo “Ctera escucha, queremos plan de lucha”, poniendo nervioso a quien es repudiado por la base docente. En todo el proceso de lucha han brillado por su ausencia las centrales sindicales, que solo envían saludos, pero no convocan a un paro provincial en apoyo a la lucha y mucho menos Ctera, que viene desoyendo el reclamo por la nacionalización del conflicto, por los reclamos de las provincias.

El gobierno es el único responsable del conflicto. El camino de la provocación, la persecución y la violación del derecho a huelga o las amenazas nos ha obligado a los docentes a profundizar aún más las medidas. La docencia no está dispuesta a más dilaciones y a paritarias sin respuestas claras. Se exige el llamado a paritarias con una oferta seria y dando respuesta a todo el abanico de reclamos.

La profundización de la lucha necesita de la deliberación colectiva, convocando a la elección de delegados de cada institución educativa y la convocatoria urgente a un congreso provincial de delegados y representantes de escuelas que resuelvan desde la base como la seguimos entre todos y todas. Seguimos en la lucha.

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