Se iniciaron las reuniones de la mesa paritaria de los municipales de la ciudad de Córdoba. En asamblea de delegados se informó la propuesta del Ejecutivo municipal: un 8% en mayo, remunerativo, y un 16% en septiembre, no remunerativo, lo que significa ofrecer un 25% frente a una inflación pronosticada arriba del 65%.

La comisión paritaria planteó un 30% en mayo y tres tramos bimensuales de 11,40% (en julio, septiembre y noviembre) de carácter remunerativo y bonificable, es decir integrado al básico, pasando la inflación del 6,4% (nov./dic. de 2021) al básico en el sueldo de mayo.

Lo que ofrece la patronal plantea la duda…

¿Son estas las cifras definitivas del Ejecutivo? Intuimos que no y que está en curso una maniobra que es preciso desentrañar para desmantelarla y evitar que se continúe consolidando una política de ajuste y precarización sobre nuestro salario.

Veamos el panorama general. El contexto inflacionario no para de crecer y la expectativa de que “marzo (6,7%) haya sido el mes de mayor inflación anual” parece escurrirse como agua entre los dedos, dado que aún no se han aplicado los tarifazos de luz y gas y, aún sin ellos, mayo pisó el 6%.

Se adelantó el aumento del salario mínimo vital y móvil, que en junio será de $45.540, por debajo de la línea de la indigencia, hoy en $46.500. Con un pronóstico de inflación interanual por encima del 70%, los acuerdos cierran un 10 o 15% por debajo, estableciendo una recomposición en cuotas y con ítems no remunerativos -o con remunerativos que no se integran al básico- que profundizan el deterioro del salario de activos y perjudican aún más a los jubilados.

Llaryora, que vino a devastar el salario y pretende exhibir esto como carta de presentación en su eventual candidatura en 2023, busca consolidar una política que discipline al trabajador municipal respecto de sus aspiraciones a recuperar un salario de convenio, para cubrir una canasta familiar hoy estimada en $180.000.

La maniobra que pretende hacer pasar el Ejecutivo es partir de cifras irrisorias para llegar a un punto de encuentro, negociando una recomposición a la baja que incluya cifras en negro y cuotas diferidas, sin incluir nada retroactivo por la inflación que ya padecimos.

Se trata de una política precarizadora del salario, que lo mantiene en la línea de flotación de la pobreza o por debajo de ella. Así, cualquier cosa que mejore un punto de partida ridículo aparece como una concesión. Sin sumas que vayan al básico, el aplanamiento del escalafón es un hecho que erosiona aún más las condiciones de trabajo y las relaciones al interior de la repartición.

No hay nada nuevo bajo el sol: es la misma política salarial que sostuvo durante los dos años y medio de gestión y que implicó sacar de un solo zarpazo la séptima hora.

Si dos no quieren, uno no puede

El salario municipal viene en caída libre: lo demuestra el hecho de que la recomposición del 2021 todavía no está integrada plenamente al básico, persisten bonificaciones en negro (un 25% del salario total) y acumulamos cinco meses de inflación sin ninguna recomposición sobre nuestro salario.

La maniobra del Ejecutivo para continuar precarizando el salario está en marcha. Para enfrentarla es necesario unificar las reparticiones mediante asambleas y defender que toda recomposición vaya al básico en una sola cuota -todo lo acumulado entre noviembre y abril, es decir el 38%- y el resto de porcentajes propuestos por la comisión paritaria.

Con sumas retroactivas podemos recuperar lo perdido hacia atrás y con recomposiciones acumulativas e integradas al básico podemos recuperar el salario hacia adelante. El único curso que puede desbaratar la maniobra que pretende hacer pasar el Ejecutivo es la asamblea –para comprender la orientación de este gobierno municipal -y la lucha- para enfrentarla.

Es lo que han demostrado los sindicatos que han logrado recomposiciones y aumentos reales por encima de la inflación, como es el caso del Sutna (8% por encima de la inflación real), evitando que los trabajadores seamos quienes pagamos el costo de un ajuste descomunal que está en curso.

Impulsemos la participación y la defensa activa de nuestro salario en el camino por la plena recuperación de todo lo perdido bajo la gestión actual.

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