Con bombos y platillos el gobierno de Avellaneda informó por los medios y redes sociales que con la liquidación de sueldos del próximo mes de julio los trabajadores municipales recibirán un incremento del 20%, estableciendo una “garantía salarial de $150.000 de bolsillo”. Un salario de pobreza.

De este modo, el mandamás Jorge Ferraresi (Unión por la Patria-PJ) y Hernán Doval, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda (STMA) y de la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina (CTMRA), adherida a la CGT, firmaron un acuerdo paritario que ubica el ingreso municipal en blanco, a cobrar en un mes, muy por debajo de los $217.916 estipulado por el Indec en mayo como canasta básica.

El acuerdo fija un básico que no alcanza a ser ni el 70% de la canasta básica, ubicando a sus trabajadores muy por debajo de la línea de pobreza. Para poder alcanzar una cifra mayor la Gestión A paga horas extras y cláusulas inventadas, en negro.

Por otro lado, nada informan de los centenares de laburantes que ejercen tareas para el municipio en negro. Cooperativistas, monotributistas, beneficiarios del Potenciar Trabajo, englobados en la “Economía Popular”. Construyen, limpian, arreglan y renuevan espacios públicos, plazas, plazoletas, calles, avenidas y edificios a cambio de una suma mensual por debajo de los $44.000. Sin aguinaldo, aportes jubilatorios, ART ni vacaciones pagas.

Con las miras puestas en su reelección, el intendente y presidente del Partido Justicialista de Avellaneda vuelve a descargar un fuerte ajuste al pueblo trabajador. Avalado y acompañado por la burocracia sindical, firmando un acuerdo a espaldas de sus afiliados, sin siquiera convocar a una asamblea de delegados del gremio.

La misiva tampoco hace referencia a mejoras en las condiciones de labor. Es figurita repetida ver las pésimas condiciones de trabajo de los municipales. Ver a quienes desarrollan tareas de obras públicas y limpieza, viajando colgados o dentro de la caja del camión volcador. Una amenaza latente de siniestros. Como también la falta de elementos básicos de seguridad e higiene, que ha provocado cantidad de heridos y fallecidos.

El aumento otorgado por el gobierno “nacional y popular”, sumado a todo lo anteriormente desarrollado con referencia a las entorno de labor, pone de manifiesto como es el Estado el primer precarizador.

De esto la oposición macrista en el Concejo Deliberante juega al silencio estampa. Ninguno de los ocho concejales de Juntos por el Cambio a tomado la palabra para denunciar este nuevo atropello. Sucede que peronistas, kirchneristas, massitas, radicales y macristas cierran la grieta, queriendo hacer pagar la crisis a los trabajadores.

De estos ajustes sale el dinero para perdonar deudas impositivas municipales a grandes multinacionales, como por ejemplo Edesur, Shell, Exolgan y Bingos Avellaneda. Tasa de Servicios Generales que si aumentan a los vecinos, por encima del 80%. Obteniendo de este modo el famoso superávit fiscal, destinado 100% al pago de la fuga de capitales.

Detrás de su discurso progre, Jorge Ferraresi gobierna para el gran capital. Llevando adelante una reforma laboral, desde hace años, que flexibiliza, precariza y negrea a los municipales.

Es hora de terminar con esto. Desde la lista “Unidad de Luchadores y la Izquierda” (Partido Obrero-MST) en el Frente de Izquierda Unidad, con Gabriel Solano como candidato a presidente, vamos por concejales obreros y socialistas que levanten una tribuna de en defensa de los derechos de los explotados.

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