Nuestra paritaria terminó en octubre pero se prolongó durante los meses estivales con el mismo esquema que teníamos. En lo que va del 2024 perdimos un 29% de salario en virtud del diferimiento de dos meses de la inflación: equivale a la pérdida de los trabajadores cuyas conducciones acordaron con el gobierno paritarias por la mitad de la inflación del mes vencido y un bono.

En nuestro gremio, la comisión paritaria discute con el Ejecutivo y solo informará cuando haya una propuesta digna de ser considerada por las bases, por lo tanto, desconocemos lo que están discutiendo. Si cambiaran de táctica encontrarían una disposición a la lucha enorme. La inflación en tan sólo dos meses del año acumuló una variación del 36,6%, y según el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA) en marzo será del 14%, llevando casi al 50% la pérdida salarial ¿Qué municipal no defendería su salario?

Con paritarias vencidas tenemos que recomponer lo perdido en una sola cuota y reclamar la inflación que anticipa el BCRA para amortiguar lo que se viene. Además, debemos preparar la lucha contra el Impuesto a las Ganancias que pretenden reestablecer y que ha mostrado ser un recurso de fácil accesibilidad para saquear a las y los municipales. Hay que tener en cuenta que las acciones judiciales duermen el sueño de los justos mientras los gobiernos perpetúan el saqueo al salario de los trabajadores.

La motosierra de Llaryora y Passerini

La motosierra del presidente Javier Milei, que supuestamente venía a ajustar a “la casta”, descargó todo el peso del ajuste fiscal sobre los trabajadores. Esto es evidente porque el impacto de la devaluación y su correlato inflacionario pulverizó los salarios y jubilaciones llevando los niveles de pobreza e indigencia por encima de los valores del 2001.

Además, los despidos (facilitados por la contratación precaria de miles de trabajadores por años a manos de los distintos gobiernos) y la negativa a enviar transferencias a las provincias, anulando el Fonid y desconociendo la obligación de enviar los fondos previsionales a las Cajas no transferidas, muestran el ensañamiento con la docencia y los jubilados.

Sin embargo, decir esto sin señalar que Martin Llaryora ha ido más lejos que Milei sería lavarle la cara al gobierno provincial: los tarifazos a la luz, el agua, la energía, las comunicaciones y el transporte, el incremento de la alícuota al Apross, el saqueo a las jubilaciones y el deterioro de la educación y la salud pública dan cuenta de esta motosierra local descontrolada.

El ajuste sobre las y los trabajadores impactó más aún porque las paritarias en general vienen a la baja: por la complicidad de las burocracias sindicales que no mueven un dedo para organizar un plan de lucha contra este saqueo, invocando un relato de la supuesta alta imagen positiva del presidente –(para decir, a renglón seguido, que hay que respetar la voluntad popular)- o escudándose en la crisis de “relevo” –(dicen: si sacamos a Milei, todavía no hay quién pueda sucederlo)-. Demoran en convocar al paro mientras despiden a miles de trabajadores, hablando de que “hay que cuidar el trabajo”.

Ahora es cuando hay que defender nuestro salario

Las burocracias se revelan como aliados patronales en lugar de organizar la defensa de los derechos de los trabajadores. Tienen un discurso de largo alcance: los gremios nacionales invocan a Milei para justificarse y los provinciales… también, omitiendo la responsabilidad de Llaryora en el ajuste. Es lo que quedó en claro con el acuerdo a la baja firmado primero por los burócratas del SEP y del conjunto de las burocracias adictas al PJ provincial y con el fraude que hizo la conducción provincial de UEPC, burlando los mandatos de la mayoría de la docencia. Así las cosas, ¿Dónde estamos los municipales?

En nuestras reparticiones hay precarizados becarios, monotributistas y servidores urbanos que están por debajo de la línea de pobreza e incluso de la indigencia. En las escuelas hay suplentes que aún no percibieron su salario y pasan por situaciones extremas de necesidad económica. Se trata de unificar los reclamos organizando cada repartición municipal con un pliego único, sumándonos a iniciativas que se desarrollan para colocar la voz de los trabajadores en las calles. La asamblea obrera y popular de Ocupados y Desocupados es una iniciativa en ese sentido y tendrá lugar el próximo 18 de abril a las 18 horas en la plaza San Martín.

La mencionada convocatoria será una oportunidad histórica para construir un frente único de trabajadores activos y jubilados, bajo convenio y precarizados, para derrotar la motosierra de Milei, de Llaryora y de Passerini. Es un imperativo estar presentes.

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