Sindicales
22/10/2024
Municipales de Córdoba: enfrentemos el ajuste de Passerini con un verdadero plan de lucha
Por un plenario de trabajadores en rechazo a los despidos y por una recomposición salarial.
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Municipalidad de Córdoba (Foto: Comercio y Justicia).
La comisión directiva del Suoem (sindicato municipal) anunció en el cuerpo de delegados asambleas de 2 horas y sectoriales en reclamo por el desfasaje entre la recomposición salarial y la inflación acumulada en el período 2024. La brecha sería de un 15,5%, es decir que necesitamos una recomposición en una sola cuota del 15,5%, a cobrar con el salario de octubre, para equiparar la inflación acumulada.
La brecha se explica porque las negociaciones paritarias han quedado limitadas a debates entre el departamento ejecutivo y los paritarios gremiales, que ocurren entre cuatro paredes, al margen de la deliberación y la movilización de las bases. Durante todo este año se arribó a acuerdos porcentuales “a cuenta de”, que facilitaron perder de vista la evolución del salario.
Esto no es nuevo, ya que desde que asumió el PJ en la ciudad (2019) la comisión directiva omite publicar las actas que resultan de esas negociaciones; tampoco hace un balance junto a los delegados que permita sacar conclusiones respecto del diferimiento: el cuerpo de delegados es convocado exclusivamente para comunicar lo resuelto o eventualmente –como en esta oportunidad- para garantizar la movilización de manera esporádica. Además, no se aborda de manera colectiva la situación de los precarizados ni los problemas que afronta cada repartición, particularmente el ajuste en las áreas de salud y educación.
El punto no es menor si tenemos en cuenta que en lo que va de 2024 los distintos gobiernos (nacional, pero también provincial y municipal) han implementado un ajuste brutal sobre el salario y las condiciones laborales, que derivó en un incremento de la precarización laboral, despidos, caída de contratos y suspensiones, como consecuencia del cierre de diversas reparticiones y ministerios. Este ajuste en todas las áreas del Estado ha pasado con la complicidad de la burocracia sindical de la CGT, que ha realizado paros aislados sin un plan de lucha, garantizando gobernabilidad en todos los niveles.
En nuestro sindicato la desmovilización ha sido funcional al ajuste, y a la complicidad de las centrales sindicales: no salimos a las calles atendiendo un reclamo propio, aunque la inflación, el aumento de tarifas y la pérdida de poder adquisitivo del salario alcanzó niveles pocas veces vistos. El argumento de que “a estos los votó la gente” busca disimular la inacción y el alineamiento político con el poder de turno. Tanto el gobernador Martín Llaryora como el intendente Daniel Passerini han sido aliados del gobierno de Javier Milei aplicando una motosierra mayor a la del gobierno nacional.
Llaryora -el “mejor alumno de Milei”- llevó a fondo la precarización laboral, las paritarias a la baja y los despidos en distintos sectores del Estado, secundado por Passerini al frente del municipio.
Recuperar lo perdido es más que recuperar el salario: necesitamos una recomposición del 15,5% retroactiva a octubre que levante el salario y cláusula gatillo mensual para dejar de perder. Además, es indispensable que la comisión directiva desenvuelva un programa de independencia política frente al Ejecutivo y otorgue a cada compañero y compañera movilizado el papel central que le cabe en la defensa de nuestros derechos laborales. La comisión debe publicar las actas paritarias y organizar un verdadero plan de lucha con los instrumentos que otorgan independencia y transparencia a la gestión sindical.
Esto va de la mano con desarrollar un verdadero plan de lucha, con asambleas que favorezcan el debate, esclarezcan la situación municipal y permitan dimensionar la magnitud del ataque que estamos enfrentando. Es incompatible defender el salario de los trabajadores y garantizar gobernabilidad a quienes nos ajustan, porque están destruyendo las condiciones de vida de la población mientras siguen negociando “con la nuestra”.
Necesitamos desarrollar asambleas de base, unificarnos junto al resto de los sectores como los estudiantes, docentes y no docentes universitarios, los trabajadores del neumático, los químicos y las organizaciones sociales que salen a la lucha en defensa del salario y los puestos de trabajo.
En ese sentido, los trabajadores químicos de Río Tercero vienen planteando la realizaron de un plenario de trabajadores ocupados y desocupados para unificar las luchas en un plan de acción común, en la perspectiva del paro general para derrotar el ajuste de quienes gobiernan.