Sindicales
7/10/2023
Municipales de Córdoba: la lucha mejoró paritaria y logró pase a planta de precarizados
Una aspirina que no alcanza para lo que se viene.
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la paritaria en curso es fruto de la lucha
Luego de semanas de un plan de lucha donde los municipales reclamamos por la recuperación de la séptima hora, contra la precarización y por el pase a planta, la propuesta del ejecutivo municipal llegó con una mejora salarial que disminuye la brecha entre recomposición e inflación y habilita el pase a planta de 220 becarios y monotributistas que ingresaron antes de diciembre de 2019: menos del 10% de los precarizados que hoy trabajan para el municipio.
Recordemos que estamos transitando el último mes de la paritaria (julio22/octubre23), con una brecha de 27 puntos de pérdida entre recomposición e inflación y con el sueldo de septiembre percibimos la inflación de julio (6,8%). La mejora salarial que introduce la propuesta correspondiente a la paritaria en curso es fruto de la lucha y muestra cuánto le importa al ejecutivo mantener fuera de las calles a los municipales, justo en el último tramo de la campaña electoral de la cual el gobernador es candidato. Al mismo tiempo, la aceptación refleja la magnitud del mazazo al bolsillo que significa la crisis económica en curso y no salda una crisis enorme al interior del sindicato.
¿Cómo fue la votación?
El voto por repartición constituye una formalidad democrática que encubre una desproporción en la representación: reparticiones administrativas de 10 agentes están representadas por el mismo voto que le cabe a gigantes como el urgencias, con más de 600 compañeros. De allí se explica el malestar que el resultado de la votación no saldó. En las escuelas y jardines hubo resultados peleados: en la gremial de educación primaria primó el rechazo (27 contra 22) mientras que en los jardines prevaleció la aceptación (32 contra 6). Los CPC fueron por la positiva de manera unánime y en las áreas operativas prevaleció la aceptación (40 a 18). La desigualdad de la representación en la votación quedó en evidencia por parte del sector administrativo, donde la votación fue de 78 a 21. El voto positivo en este sector también se explica porque sufrieron el desplazamiento de tareas y funciones a manos de precarizados por la vía de la tercerización o el monotributo, ligando al precarizado al rol de “okupa”. En salud, en cambio, prevaleció el rechazo: la sede central de la DAPS, 23 Centros de Salud, 2 hospitales (Urgencias e Infantil), DEM centro y el 107 fueron por el rechazo, mientras que 13 CS, el Asturias, el Odontológico y otras dependencias como DEM N y Medicina Preventiva fueron por la positiva. El conteo final arrojó 214 por la aceptación y 103 por el rechazo.
¿Cómo sigue la cosa?
Como dijimos más arriba, con octubre concluye la paritaria. El diferimiento de dos meses entre inflación y recomposición llevará su efecto hasta diciembre y la aceptación del 8% que se adelanta mes a mes equivaldrá al relleno de una muela frente a una hiperinflación que se avecina como consecuencia de las presiones devaluatorias que existen sobre el peso. Se trata de una paritaria que ha sido peor que la que consiguieron los estatales ya que siempre fue detrás de la inflación, acentuando la pérdida de poder adquisitivo acumulada durante todo el período. Cuando se reabran las negociaciones habrán pasado las elecciones nacionales y es probable que el mayor factor de presión del que podemos valernos los trabajadores se haya disuelto.
Entonces será necesario recordar que la séptima hora sigue sin recuperarse, que el diferimiento acumula la brecha entre recomposición e inflación, que las sumas en negro desfinancian la Caja y que todo lo anterior golpea a los jubilados. Habrá 3500 trabajadores que seguirán dependiendo de una beca miserable, sin tutela sindical y sobreviviendo a duras penas en un contexto hiperinflacionario. Este universo variado incluye trabajadores que cubren vacantes por bajas -ocasionadas en fallecimientos, jubilaciones o cambios de repartición-, muchos de ellos con concursos rendidos para el área en que se desempeñan, sin que haya voluntad política de efectivizarlos. Es lo que ocurre en el 107, donde 80 monotributistas y 3 becarios representan el 60% del servicio; o lo que se verifica al interior de los Centros de Salud, en los hospitales de Urgencias e Infantil. Estos trabajadores ingresaron en plena pandemia y exponen sus propias vidas con igual carga de responsabilidad que los de planta, pero cobrando una miseria y sin cobertura. Con y para ellos será indispensable arrancar una mejora del 170% y un plan de pase a planta que los incluya a todos durante el año 2024.
Un programa para la próxima paritaria
Con la reapertura de la próxima paritaria los municipales debemos curarnos en salud: necesitamos un salario que no pierda contra la inflación, como lograron el resto de los estatales. Para ello la cláusula gatillo automática, mes a mes es indispensable. Necesitamos recuperar la séptima hora y el blanqueo de todas las sumas en negro para garantizar haberes jubilatorios dignos. Y un plan de incorporación progresivo de todos los precarizados mejorando sus salarios un 170% y garantizándoles actualización automática hasta lograr el pase a planta.
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