Sindicales

19/10/2022

Municipales de Córdoba: Llaryora impone paritaria que profundiza el deterioro del salario

Con un fuerte rechazo de los trabajadores.

Solo en 2022, perderíamos más de 20 puntos de salario.

Por 192 votos contra 137 y luego de un mes de conflicto, la propuesta del ejecutivo municipal fue finalmente aprobada en votación dividida. El resultado muestra que existe un enorme malestar en las filas de lxs trabajadorxs, que se encontraron con una propuesta que implicará resignar 20 puntos de salario. Un aspecto a destacar es que el rechazo provino centralmente de educación -donde duplicó la aceptación- y de salud, donde hospitales direcciones de especialidades y muchos centros de salud rechazaron al igual que trabajadores de distintas reparticiones.

La pauta, que se extiende desde julio de 2022 a octubre de 2023, repite los términos de la actualización salarial que ha caracterizado toda la gestión: pagos diferidos, sumas remunerativas y no remunerativas con mínima retroactividad que no recuperan lo perdido y prolongan una pérdida brutal frente a la inflación. De recuperar lo perdido, solo son monedas, ya que la retroactividad es apenas un dibujo.

Veamos el detalle del acuerdo: para el primer semestre la recomposición fue del 35%; y, aunque empardó nominalmente la inflación, al acordarse en junio y solo tener retroactividad de 15% a mayo implicó la pérdida de 6,4 puntos de salario.

Para el segundo semestre –que en realidad se extiende hasta ¡octubre de 2023!– se establece una indexación diferida –que se cobra 2 meses después de producida la inflación-, con el agravante de que alterna meses remunerativos y otros no remunerativos. Así, por ejemplo, la inflación de octubre se cobra con el sueldo de diciembre como no remunerativa, y la de noviembre, con el sueldo de enero, remunerativa. Luego, hay tres meses en que la recomposición pasa al básico: en abril, julio y octubre de 2023. La retroactividad es parcial: solo para el mes de julio, y a cobrar desde septiembre. Con eso se pierden otros tantos puntos de salario que totalizan, si es que se cumplen los pronósticos del REM del BCRA, 20 puntos de salario.

La alternancia de lo remunerativo hace estragos entre los jubilados ya que el acuerdo licúa el haber jubilatorio, y los jubilados verían solo la mitad de la recomposición… y dos meses después de que sean remunerativos o pasen al básico, con lo cual la pérdida se acentúa. Los dos últimos meses del 2023 no entran en el acuerdo: quedarán para la próxima gestión, con lo además de un fin de año “crocante” será también el juego del gran bonetón.

Octubre, paredón y después

Se acuerda una “cláusula gatillo devaluada” que se ofrece a cambio de la “paz social” en un escenario altamente conflictivo, donde la inflación devora el poder adquisitivo de los salarios. En vísperas de un año electoral esto facilita la candidatura de Llaryora que sigue haciendo campaña y publicidad con lo que se ahorra de nuestros salarios.

Por donde se lo mire, el acuerdo es ruinoso para los trabajadores. No recompone lo perdido (está incluso por debajo de las paritarias del SEP y de la UEPC) y acentúa la pérdida salarial de activos y sobre todo de pasivos.

La alternativa a esta propuesta fue planteada desde el minuto uno por nuestro frente: luchar por el salario en blanco, y exigir toda la retroactividad, sumas en blanco y cláusula gatillo mensual. Eso recompondría las finanzas de los trabajadores y del propio sindicato, urgido por una enorme crisis financiera. Para avanzar en este reclamo había que denunciar una recaudación municipal, muy por encima de la inflación, pronosticada arriba de tres dígitos y apoyarse en la fuerza de las y los trabajadores movilizados, que reflejó a lo largo de estas semanas una enorme voluntad de lucha y la necesidad de recuperar lo perdido. En otras palabras, seguir el camino de lucha consecuente y de independencia de las patronales y el gobierno que llevó a triunfar a los trabajadores del neumático y el Sutna.

La paritaria no ha cerrado la crisis, por lo cual es probable que en poco tiempo se palpen los límites de un acuerdo a la baja y que los trabajadores saquen nuevas conclusiones. La conducción sindical sabe que fue mandatada en marzo para “recuperar todo lo perdido” y esta paritaria no va por ello. La paz social con el gobierno ajustador de Martín Llaryora está atada con alambre.

Con el impulso que desarrollamos en esta lucha y la claridad de que necesitamos avanzar preparemos en todos los lugares de trabajo la organización de todos los reclamos que han quedado pendientes. Aprovechemos todas las oportunidades que nos da un año electoral para ir por ellos colocando la defensa de los intereses de los trabajadores por encima de cualquier otro interés frente a la crisis que vivimos.

El próximo viernes 21 a las 17 horas, en Ciudad Universitaria el Partido Obrero, junto a la Coordinadora Sindical Clasista y el Polo Obrero realizaremos un acto para reforzar la lucha por el salario y las jubilaciones en la perspectiva de construir un paro general y un plan de lucha para derrotar el ajuste al servicio del FMI.