Sindicales

29/6/2006|952

Municipales de la Ciudad de Buenos Aires


El gobierno de Telerman está cabalgando, a duras penas, sobre un volcán. En las últimas semanas se ha producido una verdadera rebelión de los municipales porteños. Los trabajadores de los hospitales salieron a la lucha por la incorporación de personal de enfermería y otras áreas, y por un salario igual a la canasta familiar (2.200 pesos). Pararon 28 de los 33 hospitales porteños.


 


Los sectores operativos de la Ciudad también se lanzaron a la lucha. El retraso en la renovación de los contratos generó una oleada de paros en los lugares de trabajo y asambleas, incluido el personal de planta de los talleres de la Ciudad. Esas asambleas le impusieron al Sutecba un plan de lucha y una concentración en la avenida Independencia, en la que participaron casi mil compañeros.


 


Con anterioridad, los contratados y pasantes habían comenzado un proceso de autoconvocatoria por el salario y el pase a planta, que ya reúne una veintena de organismos.


 


Frente al crecimiento de los conflictos, Sutecba firmó, en el marco del techo del 19%, el aumento salarial para el personal de planta, la incorporación de 500 enfermeros en los hospitales y la promesa de incorporar al decreto 948 a todos los trabajadores que fueran ingresando al Estado municipal. Para cerrar otro foco, fueron renovados los contratos de los sectores operativos.


 


Empirismo y rebelión


 


Pero esto no alcanzó para cerrar la rebelión. El acta irritó a los contratados y pasantes, que no habían recibido nada. En Rentas, donde hay 450 contratados trabajando bajo esa modalidad hace ya casi 12 años, se produjo un estallido. Durante toda una semana, los jóvenes contratados y pasantes desenvolvieron acciones de lucha. Así, tuvo que reabrirse la paritaria para incorporar 200 pesos para los contratados.


 


Los organismos de cultura se lanzaron a un paro el viernes 23, que involucró decenas de dependencias.


 


El acta firmada por Sutecba fue rechazada en una cantidad importante de hospitales, que señalaron la necesidad de un salario al nivel de la canasta familiar y denunciaron que el déficit de enfermeros superaba largamente la cifra acordada de incorporaciones. Tribuna de Salud estima, en función de las normativas internacionales, que hace falta incorporar a alrededor de 14.000 trabajadores.


 


ATE, que no posee personería gremial en la Ciudad, aceptó el 19%… a cambio de una silla en la paritaria hospitalaria y la ilusión de avanzar en su reconocimiento en la Ciudad.


 


El repudio de los trabajadores a las direcciones de los sindicatos se hizo manifiesto en el rechazo del acta firmada por Sutecba y en la rebelión de los contratados que coreaban: “el que no salta es un traidor”. Las autoconvocatorias (el 29 hay un acto de contratados en la puerta del GCBA) e interhospitalarias deben tender a la unificación de los trabajadores municipales en un plan de lucha y asambleas conjuntas, sin distinción de afiliación sindical para imponerle al Estado Cromañón todas las reivindicaciones pendientes.