Sindicales

3/10/2022

Salud

Municipales: y la planta, ¿qué?

Residentes y concurrentes debemos seguir luchando por salario y condiciones laborales.

Médica, Hospital Durand.

Trabajadores de la salud movilizan por salario.

Después de más de 10 años de formación, terminamos la residencia. Uno o dos de nuestra camada son elegidos, en el mejor de los casos, por los compañeros de la residencia para continuar un año más como jefes de residentes. Otros logran extender ese contrato un año más, siendo instructores, cobrando apenas unos pesos más que el residente del último año.

La gran mayoría de los profesionales, una vez que finalizan su formación como residentes, concurrentes o “cursistas”, son expulsados del sistema de salud público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Personal altamente calificado que comienza a buscar nuevos horizontes. Un porcentaje cada vez mayor decide dejar el país por los bajos salarios actuales; otros son absorbidos por el sistema de salud privado; otra gran parte abandona la especialidad y otros dejan de ejercer como médicos.

Solo unos pocos acceden a la planta permanente, la tan deseada planta: “Te tocaron con la varita mágica”. Concursos que lejos están de ser abiertos.

Pero ¿Más responsabilidad, más honorarios? Mirando el recibo de sueldo vemos un básico de 6.752 pesos. ¿Y qué más? Una larga lista de sumas remunerativas y no remunerativas con fecha del 2012 a la fecha, reflejo de las incontables luchas salariales, de la inflación y de la devaluación que venimos sufriendo hace tantos años. Con todo, un sueldo que apenas llega a los 140.000 pesos por un cargo de 30 hs. Un poco más de mil pesos la hora.
¿Mil pesos por definir un tratamiento cuyo costo puede superar el millón de pesos? ¿Mil pesos por tomar la decisión externar un bebé de 5 meses?

¿Cuánto vale tu hora de trabajo? ¿Qué pasa después de que agarras la lapicera y escribís una simple receta con un tratamiento? ¿Cuántos años estudiaste para llegar hasta donde estás? ¿Cuántas horas destinaste a la docencia sin recibir un solo peso?

Nuestra hora no vale mil pesos.

La mafia de nuestros gremios

Nuestros gremios deberían estar defendiendo nuestras condiciones laborales. Lejos de eso, continúan cerrando acuerdos paritarios que dejan bajo la línea de pobreza a todxs lxs trabajadorxs de la salud, mientras agrandan sus “kiosquitos”.

La presión de los trabajadores de los Hospitales y Centros de Salud hizo que Federación de Profesionales y la Asociación de Médicos Municipales (AMM) llamen a paro para el pasado 27 de Septiembre. Sin embargo, y como era de esperarse, se negaron a movilizar con la Asamblea de Residentes y Concurrentes.

¿Qué más puede esperarse de quienes vienen de acompañar a Gilardi durante toda su gestión? Silvia Jakimczuk, Ricardo Solari, Horacio López Alcoba, son los mismos de la gestión anterior y los responsables de firmar todas las paritarias a la baja, en cuotas, pulverizando nuestros sueldos. Pero llega la frutilla del postre. En la mesa directiva y dirigiendo nuestro gremio se suma el “patrón” de la Facultad de Medicina de la UBA y del PAMI, Carlos Rojo, quien viene con la bandera de los Cursos Superiores pagos, los “cursistas”. Por un lado, profesionales Docentes ad honorem, por otro lado profesionales “en formación”, con menor carga laboral que un residente, que logra su título de especialista en tan solo dos años a cambio de un monto que ingresa a la UBA.

Por todo esto, exigimos asamblea en todos los hospitales. Paritarias libres con elección de delegados paritarios con mandato de asamblea. Basta de aumentos de sueldo en cuotas. Salario inicial de ingreso a la carrera para MS/PS1 y residente de 1º de $250.000 e incremento del 50% para todas las categorías de la Carrera Profesional, en una sola cuota, con el sueldo de Octubre 2022. Blanqueo salarial total con incorporación de todos los ítems no remunerativos al salario inicial. Ningún impuesto al salario. Excepción de los trabajadores de salud del pago del impuesto a
las ganancias. Jubilación con el 82% móvil y ajustada por inflación. Incremento del presupuesto de salud porteño adecuado a la real necesidad de cada hospital y CESAC. Obras edilicias, estructuras hospitalarias, nombramientos, equipamiento e insumos.