El sábado 26 por la noche, dos obreras de la empresa AESA, que presta servicios para YPF en el yacimiento de Loma Campana, sufrieron importantes accidentes causándoles graves lesiones. Las obreras son Carmen Rivas, de 38 años, quien recibió quemaduras en las vías aéreas por inhalación de gas. Carmen tiene pronóstico reservado. Su compañera, Melanie Sot de 22 años, sufrió lesiones en los antebrazos. La noticia del accidente fue pública recién el domingo al mediodía

Estos accidentes forman parte del cuadro de superexplotación laboral que impera en los yacimientos y que vienen siendo advertidos por especialistas en la materia. Sucede que luego del accidente en el yacimiento Fortín de Piedra de Tecpetrol, donde murieron dos trabajadores, se conformó una suerte de mesa técnica a los fines de constatar el cuadro de irregularidades que tienen las empresas en temas de seguridad e higiene. El informe, que no es de público conocimiento, está en manos de las empresas, sindicato y el gobierno.

Los accidentes laborales en la industria energética son recurrente. El sustento es la enorme flexibilización laboral y la superexplotación que se expresa en los récords de producción con menor cantidad de trabajadores en las dotaciones o equipos. Es una consecuencia directa de la adenda (reforma) al convenio colectivo de trabajo en el año 2017.

En el marco de este accidente, los sindicatos petroleros se reunirán esta semana en Neuquén. La dirección de petroleros hará asambleas en la cuenca hidorcarfuribera de la región como una respuesta a la indignación que recorre en los yacimientos. Se trata, de igual forma, de una maniobra del sindicato quien fue firmante de la adenda y acaba de cerrar una paritaria a la baja.

La gran tarea es la conformación de comisiones obreras de seguridad e higiene electas en cada lugar de trabajo. Esto es vital, ya que se trata de defender la vida y la salud ante el panorama de una superexplotación agobiante.