El lunes 28 el gobierno neuquino ofreció un bono por única vez a los estatales y docentes neuquinos, que consolida el congelamiento salarial por todo un año, durante el cual perdieron dos salarios y medio (medido a nivel del salario inicial) por la suspensión de actualizaciones trimestrales por IPC (Índice Precios al Consumidor).

La propuesta oficial consta de miserables sumas no remunerativas y no bonificables de $ 15.000 para estatales, pagaderas en la segunda mitad de enero, y de $ 20.000 en dos cuotas (enero y febrero) para los trabajadores de la educación

El robo de decenas de miles de millones de pesos de salarios y jubilaciones (las que están atadas al salario en actividad), que fueron a garantizar el acuerdo con los bonistas de la deuda externa, es la culminación de una larga tregua que sostuvieron las dirigencias de ATE y Aten. Estas se dieron una estrategia de atacar cualquier intento de movilización, allí donde surgieron desde la base o fueron impulsadas por la antiburocrática Multicolor docente. La línea de las burocracias de ambos sindicatos, de limitarse a las gestiones administrativas, se ha revelado como un verdadero fracaso con nefastas consecuencias para las y los asalariados y jubilados de Neuquén.

En el caso de Aten, se ha fijado en actas el compromiso del inicio del ciclo lectivo el próximo 3 de marzo, en las resoluciones votadas en el Consejo de Educación con la firma de los propios vocales TEP. Es la política de vuelta a clases -con o sin vacuna- del ministro Nicolás Trotta y el gobierno nacional.

Transformar la bronca en acción política.

Ni bien conocidos los resultados de las reuniones de los sindicatos con el gobierno, una ola de descontento ha manifestó de diversas maneras. Incluso por parte de quienes han apoyado o mostrado confianza en las conducciones. Para que la bronca no derive en un sentido negativo, es necesario sacar conclusiones.

Como lo hemos sostenido desde las y los integrantes de Tribuna Docente en las directivas y minorías de la oposición, la falta de independencia política respecto al gobierno nacional y provincial es la madre del fracaso del TEP y de la Verde-Blanca en ATE. No se puede estar de ambos lados del mostrador: con los gobiernos que ajustan y con las víctimas de ese ajuste.

Esa independencia política no es neutralidad, sino una línea clasista en los sindicatos, que lucha y prepara la recuperación de los mismos y que rompa la asfixia de la democracia interna. Es por eso que desde el primer momento de la pandemia, con las medidas de bioseguridad correspondientes, Tribuna Docente promovió la movilización y los reclamos.

La suma fija, por única vez y no remunerativa, implica que ese monto no se traslada a los jubilados de la caja previsional de la provincia, continuando una línea de reforma jubilatoria que exige el FMI, y es la confirmación de que el ajuste del 2020 será profundizado en 2021. Solo con un plan de lucha, con acciones huelguísticas, podremos torcerle el brazo a los gobiernos. Debemos preparar desde ahora el no inicio de clases en marzo.

ATE, Aten y la CTA deben romper su ligazón política con los gobiernos y los partidos patronales. Esa es la perspectiva con la cual desde las posiciones ya conquistadas, y con una política de frente único, Tribuna Docente se postula como herramienta para recuperar los sindicatos.