Sindicales

11/11/2022

Neuquén: elecciones de la CTA-T

La lista 6 Multicolor peleará la conquista de la minoría provincial.

La burocracia sindical organizó un operativo para hacer fraude.

Cuando aún falta contabilizar alguna urna, la lista 6 Multicolor hizo una buena elección con porcentajes que oscilan entre un 10 y un 15% en las localidades donde pudimos realizar una fiscalización aunque limitada (Aluminé, Plottier, Chos Malal, Cutral Có, Plaza Huincul, Zapala, etc.) y un pico que llegó al 36% en la capital.

Esos guarismos implican una buena elección porque deben ponerse en el contexto de un elaborado fraude y de una manipulación grosera del padrón ejecutados por la Junta Electoral, y del plan sistemático de evitar el voto en las escuelas.

Cuando el oficialismo presenta resultados a nivel provincial, habla de que dada la amplia ventaja hablar de fraude es un desatino. Pero el fraude no está especialmente en el recuento de votos, sino en los mecanismos previos y durante el acto electoral que con precisión quirúrgica, en los organismos estatales (hospitales, etc) y en las seccionales de ATEN dirigidas por la oposición, hizo desaparecer del padrón a miles de afiliadas/os y a otros tantos se los envió a votar a otras localidades alejadas o en urnas alejadas de sus lugares de trabajo.

Del reconocimiento oficial del reelecto secretario general, Carlos Quintriqueo, de 1.763 votos para nuestra lista (cifra que incluye los votos provenientes de todos los sindicatos), surge con claridad el fraude en la manipulación de padrones y métodos excluyentes a la hora de votar en las escuelas.

Hace poco más de dos meses, en las elecciones de Ctera (donde votan solo los afiliados a Aten) la Multicolor obtuvo 3.500 votos. Hay miles de votos multicolor de trabajadoras/es de la educación que desaparecieron del padrón “mágicamente” en cuestión de semanas.

Hubo muchísimas escuelas donde apenas figuraban en el padrón uno o dos afiliados a Aten, cuando debía haber decenas. Si a esto sumamos el especial énfasis que puso la burocracia en desarmar los padrones donde los elefantes de la salud tienen un peso, como en los hospitales (en algunos ni siquiera pusieron urnas), se puede explicar otra cantidad de votos multicolor a los cuales la Junta Electoral les hizo un piquete antidemocrático y fraudulento.

Y esto no es todo. En aquellas urnas volantes donde sí había un padrón docente numeroso, ante la formación de colas para votar, los presidentes de mesa designados por la Junta Electoral levantaban la urna sin que voten todas/os, para marcharse a otra escuela. Para gran parte de estas urnas las y los presidentes de mesa se negaron a trasladar al o la fiscal de nuestra lista y hacían el recorrido con la urna… y el fiscal de la lista 10 de Yasky-Quintriqueo. Incluso inventaron “vicepresidentes” de mesa para argumentar que no había lugar en el auto.

Gran cantidad de mesas salieron de las sedes de ATE mucho antes del horario fijado sin fiscales de nuestra lista. Dos de ellas en Zapala no habían regresado horas después del cierre del comicio, dándose por “desaparecidas” al cierre del local sindical.

El otro elemento atentatorio contra la votación a la 6 Multicolor fue la ínfima cantidad de boletas de nuestra lista que llegaban con la urna. Si bien la Junta Electoral aseguró que habían llegado en cantidad, que representaban la mitad del padrón (unas 24.000), lo cierto es que a las 10:30 horas de la mañana, cantidades de urnas ya no tenían boletas de la lista Multicolor.

Para el caso de capital, la propia Junta Electoral tuvo que habilitar la impresión a las apuradas de algunas boletas ya que faltaban hasta… en las urnas que se ubicaban en la propia sede de ATE.

Todo esto constituye un operativo que de ninguna manera expresa una desorganización, sino todo lo contrario: es la organización meticulosa de un esquema de fraude que los apoderados de la lista 6 Multicolor denunciamos por escrito durante toda la jornada y registramos en cantidad de actas, que reunidas servirán de fundamento para abrir un reclamo legal contra este fraude.

La gran tarea de fiscalización realizada, cubriendo el grueso de las urnas, también evitó el dibujo del nivel de participación y el clásico “volcado” de votos oficialistas en las urnas sin control, lo cual dejó en evidencia que hubo muchas urnas donde votó un porcentaje ínfimo de un padrón inflado y artificial. El resultado final arroja un 20,5% de participación.

Para la lista 10, los 7.600 votos obtenidos (según información no oficial) superan apenas la cantidad de trabajadoras/es estatales que reunió en un acto en un estadio hace apenas dos semanas. Es un resultado pobre dentro de un cuadro de una baja participación electoral del padrón.

La fiscalización impidió que la burocracia dibujara mejores guarismos generales y para sí misma.

La lista 4 del PTS, marginal

La lista divisionista a nivel nacional del PTS obtuvo 293 votos en la provincia. No movió el amperímetro. Es una cifra casi igual a los votos en blanco a nivel provincial (310). Como casi no hubo votos nulos o impugnados, esos votos en blanco, aunque también marginales, alcanzaron para que la lista 6 Multicolor no supere, hasta ahora, el 20% del total de votos emitidos y alcanzar así una representación por minoría en la provincia.

Aún mediado por la manipulación del padrón, en la urna ubicada en el hospital Castro Rendón, donde el PTS concentró su campaña por la lista 4 nacional, la Multicolor sacó 25 votos y la 4 solo 6 votos. Un fracaso rotundo del sectarismo.

El PTS, como el perro del hortelano, con su boicot abierto al frente único Multicolor, terminó abonando a la burocracia de la CTA-T y tampoco cosechó otra cosa que una votación marginal.

Tres hechos de alto impacto

Dos de estos hechos muestran la titánica tarea desarrollada por los fiscales. El otro es una provocación del candidato de la lista 10.

Hacia la tarde, en la ciudad capital y alrededores, se desató una tormenta acompañada de un aguacero impresionante. En esas condiciones ocurrieron dos hechos que deben ponerse de relieve porque grafican el temple y espíritu de lucha de las y los trabajadores de la educación.

En un caso, en medio del diluvio, llegó a votar a la sede de ATE en Capital una compañera en bicicleta, que llegó literalmente hecha “sopa”. Su garra venció el hecho de que su urna la habían colocado fuera de su lugar de trabajo, y por eso vino en esas condiciones climáticas.

El otro caso ocurrió en Plottier. Un fiscal de nuestra lista, que no quisieron transportar en el auto donde iba la urna, siguió a esa urna en todo el recorrido por las escuelas bajo esa lluvia torrencial, dispuesto a no ceder un minuto la custodia del voto.

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Con esa tenacidad y garra se obtuvo lo obtenido. Ese es el tremendo valor de una jornada que ha golpeado, a pesar de su victoria, a una de las burocracias más férreas de Neuquén.

El tercer hecho tiene que ver con la provocación del candidato y actual secretario general de la CTA-T, que se mostró en un acto público junto al emepenista intendente de la capital, el mismo día de la elección. Por supuesto, es un botón más que muestra la total integración a la patronal de la dirigencia de los Yasky y los Quintriqueo. Este hecho, en su medida, equivale a la visita al embajador yanqui de la conducción nacional de la CTA-T.

Esta elección deja planteada la base para ir hacia una lista de frente único el año que viene en ATE, y la importancia de la lucha por el salario y la actualización mensual por IPC, incorporando el reclamo de un doble aguinaldo ante la inflación galopante.

Muestra que el año no cerró aún, y que sigue abierto un sendero de luchas.

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