Sindicales
10/11/2025
Neuquén: elecciones de vocalías y juntas en el Consejo de Educación
Las posiciones de la oposición en Aten en debate.
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Una polémica dentro del Frente Multicolor-Bermellón.
El próximo 26 de noviembre se elegirán las vocalías por las y los trabajadores de la educación en el Consejo Provincial de Educación. También se renovarán todas las Juntas de Clasificación y la Junta de Disciplina del organismo.
Históricamente, el sindicato Aten presenta listas que disputan con las listas que organiza directa y abiertamente la patronal. Las listas que presenta Aten se definen previamente en una elección interna.
Esto ocurrió el pasado 29 de mayo. En esa oportunidad, compitieron la lista del TEP y la lista del Frente Multicolor-Bermellón e Independientes. La victoria le correspondió a la lista del TEP, por eso se presenta ahora como la lista de representación gremial el próximo 26 de noviembre.
Enfrenta a la lista armada por el gobierno, que incluye directamente a funcionarios de educación y referentes del oficialismo patronal. Es una lista de la ministra de Educación y del gobernador.
Ante esta disputa entre una lista de la burocracia sindical y otra lista de la patronal, se abrió una polémica dentro del frente opositor.
Se presentan dos posiciones. Una es no votar a ninguna de las dos listas (Negra-PTS, que fijó posición en un texto del 9 de noviembre, y Alternativa-MST). La otra posición es llamar a votar críticamente (sin hacer campaña) a la lista de la burocracia (sostenida por Fucsia-IS, Tribuna Docente-PO, Púrpura-POR, agrupación Rosa, etc.).
Nuestra posición, si bien coincide con el voto crítico, no está basada en los mismos argumentos que quienes coincidimos. Fundamentamos en otras razones nuestra posición de un voto crítico a la burocracia.
Ante la patronal, la neutralidad del PTS y del MST es abstracta
Partimos de considerar que estamos ante una situación que no es la que buscábamos generar, que era que a la lista de la patronal la enfrentara nuestra lista del Frente opositor. No se dio esa situación. Ahora la disyuntiva es otra: la burocracia o la patronal. En este punto, pasado por alto por el PTS y el MST, está el quid de la cuestión.
No está en debate si el TEP es una burocracia, si se subordina a una política antieducativa o si cercena los espacios democráticos del sindicato. Por eso mismo, todos coincidimos en que se trata de una burocracia sindical.
Tribuna Docente va más lejos que el PTS en ese sentido. Para nosotros, el TEP no solo tiene una política entreguista y adaptada a la política oficial, sino que tiene esa conducta porque se trata de una corriente tributaria del kirchnerismo e integra la conducción de Ctera.
El caso concreto es: ¿es indiferente que gane la lista de la patronal o gane la lista gremial? Si gana la lista patronal, ¿no es darle más poder al poder?, algo que al PTS lo tiene sin cuidado si es al poder del Estado-patrón.
Aten es una burocracia de una organización obrera, un sindicato, al cual hemos derrotado desde las bases en asambleas, movilizaciones, plenarios, etc. Incluso hemos recuperado seccionales.
El PTS debería demostrar algo de lo que no tenemos indicios o pruebas: que el TEP se trata de una burocracia empresarial, convertida a su vez en patronal pyme al estilo de los Pedraza o los Cavalieri, o la mayor parte de las conducciones cegetistas, que se ha enquistado en Aten.
Por lo tanto, no llamar a votar ni siquiera críticamente a la burocracia sindical (burocracia de una organización obrera como es un sindicato) es dejar de lado una cuestión de clase: la burocracia del TEP es una aristocracia o casta obrera dentro de una organización obrera.
Consideramos a la burocracia del TEP como irrecuperable. Por eso pretendemos, sí, recuperar la organización obrera (el sindicato) de sus manos y en conjunto con la base.
Distinto hubiera sido si la patronal no presentara lista y no existiera el riesgo de que el 26 de noviembre la patronal ocupe todos los cargos en representación docente en el CPE. En ese caso, hubiéramos sido partidarios de llamar a votar en blanco. Nunca a votar por la lista de la burocracia del TEP.
Es un grave error político el que comete el PTS. Error que ya cometieron cuando se eligió el vocal por la comunidad, donde se enfrentaban un candidato promocionado por el TEP y otro por el gobierno. La cantidad de asambleístas en esa ocasión estaba en un empate técnico. Todo dependía de uno o dos votos.
Había que decidir, entonces, entre el candidato impulsado por el TEP y el impulsado por la patronal. La oposición contábamos con 15 asambleístas (de los cuales 4 eran de la Negra, 4 de Tribuna Docente y el resto se repartía en las demás agrupaciones). El TEP tenía 27 asambleístas. La patronal llegaba con 42 asambleístas.
Los asambleístas de la Negra votaron en blanco con el fundamento de “no votar al candidato impuesto por el TEP” (Comunicado de su agrupación del 14/12/2024). Finalmente, ganó el candidato del TEP por apenas dos votos.
Nuestro criterio fue, y es ahora, el siguiente: Partimos de la premisa de que no se puede combatir a la burocracia sindical fortaleciendo el poder político de la patronal y su Estado, porque consideramos que el principal sostén de una burocracia sindical -en este caso del TEP-Celeste- es la propia patronal y el Estado, por lo que una derrota de éstos debilita también a la burocracia sindical.
La patronal y su Estado no son objeto de recuperación para el clasismo ni para un partido revolucionario, ya que son instituciones incorregibles para una política obrera. En cambio, el sindicato, una organización obrera y mediante la cual la clase trabajadora vive en su mayor parte la experiencia concreta de enfrentamiento con la patronal y su Estado, obliga al clasismo a no considerar aún que hayan perdido razón de ser en general la existencia de los sindicatos.
Ser abstencionista en este cuadro histórico entre la burocracia sindical y la patronal es ultraizquierdismo pequeñoburgués, que prioriza las ofensas recibidas por esa burocracia sindical sobre la tarea consciente para que la base supere política y organizativamente a la misma.
Derivar a partir de cuestiones abstractas y generales, sin considerar el contexto concreto para fijar una posición, termina en posicionamientos ultraizquierdistas. Que tienen como contracara la política de “presionar a las burocracias sindicales para corregirlas” y no de superarlas con la organización y la lucha.
Nuestro planteo y el del resto del “voto crítico”
Tribuna Docente no tiene ningún compromiso moral con la burocracia sindical. Por eso no hacemos una cuestión central del hecho de que Aten “tuvo su interna”. Si la situación concreta lo amerita, aunque haya existido una interna previa, TD no vacilaría en presentar una lista propia en la elección general del 26 de noviembre o convocar al voto en blanco, la abstención o el voto nulo. Todo depende del contexto, la relación de fuerzas y factores concretos. No de abstracciones.
Tampoco entendemos que no votar a la lista del TEP “rompa la unidad del sindicato”. Como decimos en el párrafo anterior, la unidad de la organización pasa por la democracia interna y la lucha política clasista.
El criterio del “defensismo sindical” no tiene una clara delimitación de la adaptación a la burocracia sindical, la que, precisamente, define a toda crítica o acción opuesta a su voluntad como un intento de “romper la unidad de Aten”.
Además, el “defensismo sindical”, llegado a un punto, se torna conservador, ya que los procesos de la lucha de clases, en determinadas circunstancias, pasan por la puesta en pie de comités de huelga, interfabriles o intersindicales, etc., hasta por sindicatos aparte. Obvio, no son cuestiones que se puedan debatir en abstracto y sin el debido contexto histórico. Pero ocurren y han ocurrido.
Apelando al “defensismo sindical” se cae en un extremo de conservadurismo, cuando, como parte de un movimiento real, no de aparato, las bases deciden poner en pie nuevos sindicatos o superar su escollo burocrático con comités de huelga u otras formas organizativas.
Sin lista propia, nuestro planteo es derrotar al principal sostén de la burocracia sindical: el Estado patronal. En paralelo, superaremos a la burocracia con la base y con la lucha para recuperar los sindicatos de sus manos. Nunca dándole más poder al poder (el Estado).



