Esta mañana, los trabajadores de Expreso Argentino recibieron una nueva orden de desalojo. Esta vez, la directiva proviene del fiscal  Marcelo Silva y dispone que en el plazo de 48 horas se desocupen los ingresos a los portones de la empresa, obligando al levantamiento de un acampe que lleva 56 días. La comisaría tercera, ubicada a pocas cuadras del lugar, es la encargada de efectivizar la orden.

La resolución judicial rápidamente fue rechazada por los compañeros, quienes pusieron de manifiesto que la perseguida debería ser la patronal y no los obreros que luchan por sus salarios y los puestos de trabajo. Ocurre que la patronal no cumple con la medida cautelar que impone el pago de los salarios adeudados.

La ofensiva judicial y patronal que representa esta nueva orden busca dos objetivos. Por un lado, quebrar una experiencia obrera que supera los 56 días de acampe y de aguante. Y por el otro, cambiar el eje de la exigencia obrera cuando el incumplimiento y la ilegalidad de la patronal son manifiestas.

Los compañeros han desarrollado múltiples actividades y están presentes en todas las luchas populares.

A reforzar el acampe y rodear de solidaridad a los trabajadores camioneros de Expreso Argentino. Por el triunfo de esta lucha.