Sindicales
11/10/1990|315
Neuquén: Se profundiza la lucha contra la intervención a la Uocra

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El viernes 28 más de 1.300 compañeros protagonizaron una importante y combativa movilización de repudio a la pretensión de la burocracia de la UOCRA nacional de intervenir a la seccional de Neuquén.
En la concentración se resolvió repudiar una nueva intimación presentada por el interventor para desalojar el sindicato, no entregar sus instalaciones y convocar asambleas en todas las obras para desconocer al fantoche. También se decidió armar una olla popular en el sindicato para alimentar a los desocupados y organizar un Festival de Solidaridad, que se realizó el domingo 7 en las puertas de la UOCRA.
La masividad del acto demostró que la burocracia carece de toda representatividad en tas obras. Los burócratas nunca reconocieron a la actual directiva, ni la legitimidad de las últimas elecciones, tampoco enviaron un solo peso de lo recaudado por las cuotas sindicales y cortaron toda asistencia de servicios sociales.
El intento de intervención cuenta con el apoyo expreso del gobierno nacional, provincial y la patronal contratista. En el gremio hay una pavorosa desocupación como consecuencia del cierre de muchas obras. Resulta especialmente importante la inminente finalización del gran complejo Piedra del Águila, que ocupa a más de 2.500 trabajadores. La patronal ha venido suspendiendo gente y se niega a pagar el premio por finalización de obra.
A la intervención están jugados todos los partidos patronales de la provincia, incluida la UCR, la que por un lado, firma petitorios contra la intervención, y por el otro vota en la Legislatura a favor de la "normalización” del sindicato “dentro de las normas vigentes”, que son las que falazmente invocan la burocracia y el gobierno.
Lamentablemente, cuando el PO propuso en una de las últimas reuniones de partidos el repudio a la resolución de la Legislatura, la directiva de UOCRA se opuso considerándolo “contraproducente”. Sin embargo, esa denuncia hubiera sido un factor más de presión sobre el Estado y sus diputados. La perspectiva de una mediación parlamentaria favorable al gremio, obtenida con medios diplomáticos, está excluida, y podría abrir una fisura que favorezca la tentativa de intervención de la burocracia.