Nidera: un “acuerdo” que ratifica los despidos masivos

Rechacemos esta entrega y exijamos un paro nacional aceitero urgente

El acuerdo anunciado por el sindicato aceitero de Capital (SOEIA) con la empresa Cofco, respecto del cierre de la planta refinadora de Valentín Alsina, ratifica los despidos masivos y el cierre de la planta. Luego de dos meses de un acampe en puerta de fábrica que mostró la disposición a la lucha de un sector importante de los trabajadores, y entrando en marzo -el mes de la cosecha-, el sindicato aceitero y la Federación, con Ezequiel Roldán y Daniel Yofra a la cabeza, decidieron cerrar el conflicto sin tomar ninguna acción de lucha nacional.


Aceptaron los despidos de la mayor parte de los 70 trabajadores que seguían peleando por sus puestos de trabajo, y la reubicación de una parte menor en otras fábricas de Cofco, ubicadas en Junín y en Rosario. Recordemos que otros 70 trabajadores aceptaron el despido a lo largo de estos dos meses, en el marco de fuertes presiones por parte de la empresa que ofrecía indemnizaciones del 130% y de una línea de desgaste y parálisis por parte de la Federación. Los dos meses de acampe sin medidas de movilización y acciones de lucha nacionales con el pretexto de no quebrar una conciliación provincial, fueron funcionales a los objetivos de la empresa.


En qué consiste el acuerdo


Más de 40 trabajadores serán recontratados por Cofco por cinco meses, incluyendo suspensiones en tandas, para tareas de mantenimiento y limpieza, quedando al final del período desvinculados. Por otra parte, la empresa conformará un listado de 32 trabajadores como máximo (que estén dispuestos a mudarse a Junín o a Rosario), para ser reubicados en sus otras plantas, guardándose la potestad para decidir a quiénes reubica.


Lo que se presenta como un paso adelante, no es más que el resultado de la claudicación del sindicato, que no desarrolló una lucha a fondo frente al cierre de una de las tres fábricas que lo integran. A pesar de contar con fuertes reservas de lucha de los 70 trabajadores que continuaban acampando, el sindicato y la Federación evitaron dar una pelea nacional, a costa de la destrucción de 200 puestos de trabajo. El trasfondo de esta orientación de derrota, y finalmente de este acuerdo capitulador por parte de la conducción de la Federación Aceitera integrada al moyanismo, es que no hay condiciones para luchar contra las patronales durante el gobierno de Macri, y como lo han manifestado abiertamente entre los trabajadores de base, que hay que esperar a que cambie el gobierno, asuma Cristina y reabra el Ministerio de Trabajo. La ausencia de cualquier perspectiva de independencia de clase por parte de la Federación. No sólo puede costar todos los puestos de trabajo en Nidera, sino otros centenares en diferentes empresas aceiteras.


Es necesario rechazar este acuerdo. Que se convoque a un plenario de delegados con mandato de asamblea, que elabore un plan de lucha en defensa de todos los puestos de trabajo de Nidera. El paro nacional aceitero debe ser ya.