En el contexto del segundo año de pandemia y con un aumento considerable de las consultas en Salud Mental, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intenta nuevamente cerrar los cupos de las concurrencias. Denunciamos el avance sobre la salud pública que significa esta decisión, y el ataque particular a la salud mental, que contaría con una reducción de cientos de puestos para formarse en el sistema público.

La Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA, que viene organizando diferentes medidas de lucha, impulsó desde su asamblea general una gran jornada de lucha para este martes 26 de octubre, donde se realizó una conferencia de prensa a las 11 horas en el Centro de Salud Mental n°3 Ameghino con motivo de la reciente decisión del gobierno de la ciudad de cerrar el sistema de formación en servicio conocido como concurrencias.

El cierre de concurrencias significa recorte de servicios enteros, sobrecarga laboral a les trabajadores que continúen en sus puestos y una privatización de la formación profesional, dado que solo se podría acceder, en el caso de Psicología, por medios de postgrados pagos. Reclamamos que el gobierno de la Ciudad nos reciba como legítimos representantes del colectivo de residentes y concurrentes. Asimismo exigimos a los sindicatos que nos incluyan en todas las instancias de negociación a las que accedan.

El sistema de concurrencias es uno de los dos sistemas de formación en servicio en salud pública en CABA, junto con el sistema de residencias, en el cual los profesionales, recibidos y con plena capacidad de atención, no cuentan con salario, ART ni obra social. La Asamblea CABA exige la reapertura de los 150 cargos que se cerraron este año y la defensa de los más de 1.000 que siguen en actividad, así como la totalidad de derechos laborales para les compañeres. Con una convocatoria abierta al conjunto de trabajadores, profesionales, aspirantes y usuaries del sistema de salud afectades por esta medida, iniciaremos un plan de lucha para conquistar estos reclamos fundamentales para la salud pública.

Ningún sistema de salud privatizado, desfinanciado y que precariza y explota a sus trabajadores puede responder a las demandas de una pandemia ni garantizar el acceso a la salud. Solo los trabajadores organizándonos, luchando contra los gobiernos y las conducciones burocráticas de los sindicatos podremos ganar esta lucha contra la pandemia y la precarización laboral.