Sindicales
4/4/2024
No al cierre y los despidos en el INADI
Luego de una gran jornada de lucha de los trabajadores estatales despedidos, preparemos la huelga general.
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Foto corresponsal
Desde el 1° día de su campaña electoral, y una vez que asumió, este gobierno le declaró la guerra al Inadi entre otras muchos otros organismos estatales. El 27 de diciembre de 2023 (una semana después de que lanzará su famoso y nefasto DNU), el gobierno envía a la Cámara de Diputados una Ley “Ómnibus” que promueve el cierre de muchas instituciones culturales, económicas y de todo tipo (entre muchas otras aberraciones) donde se incluía el cierre del Inadi.
Si bien la Ley “Ómnibus” no prosperó en medio de las crisis con los diferentes bloques políticos y movilizaciones populares en su contra, este sería su primer intento de ataque. En el transcurso de estos meses, el Inadi sufrió toda clase de campañas sucias y difamatorias: desde asegurar que somos más de 400 personas las que trabajamos allí (como si fuera mucho para cubrir todo el país) hasta asegurar que había una mesa de dinero en sus instalaciones.
Y como lo prometido es deuda, la noche del 27 de marzo (en la noche previa al fin de semana largo, cuando se enviaron miles de telegramas de despido en el Estado) se anunciaron 50 despidos en el Inadi -bajo la modalidad de no renovación del contrato- que se conformaban de todas las modalidades de contratación precaria y planta transitoria.
Ante este estado de situación, ATE ha decidido que se organicen ingresos masivos el 3 de Abril. Ese día en el Inadi, nos convocamos a las 8hs de la mañana en la puerta del Instituto, en Avenida de Mayo y San José.
El día lluvioso no ayudaba y nos cubríamos cómo podíamos mientras las delegadas trataban de tramitar una reunión con la interventora para pedirle explicaciones. La espera transcurría entre cantos, bombos y redoblantes.
Aclaro que enfrentamos un fuerte dispositivo policial en la entrada y adentro del Inadi. Tras 2 horas y un poco más, las delegadas bajaron del intento frustrado de reunión. Como viene sucediendo, la interventora, Ángeles Quiroga, no dio la cara. Entonces, iniciamos el ingreso al edificio, nos agolpamos en la pequeña recepción antes de los molinetes y en la puerta de entrada al Instituto. No cabía ni un mosquito (sus presencias no fueron extrañadas). Las delegadas explicaron que, además de no aparecer, la interventora dispuso que no pasáramos al interior del edificio sin poner el dedo (nuestro sistema de fichaje), buscando que quedaran afuera quienes habían sido despedides.
Tras instantes de entender la situación, empezamos a exigir a la policía (y a ex “compañeres” históriques que se revelaron pro patronales y pasaron a ocupar puestos jerárquicos) que liberaran los molinetes. Se negaron, si no era poniendo el dedo, no se pasaba. La tensión fue en aumento y finalmente entramos igual, sobrepasando el intento represivo.
Convivimos un buen rato (a pesar nuestro, claro) con la policía clavada ahí como estaca mientras los medios – para volverlo a favor o en contra, dependiendo cual sea- registraban todo lo que sucedía. Tengo que agregar que también nos bloquearon los ascensores para ir a nuestras oficinas.
Quisimos hacer la asamblea. Pedimos a los medios que nos esperaran en la vereda y accedieron. La policía mantenía tanto la ocupación en la entrada como en el interior del edificio: no se movían ni un milímetro.
Esperamos que se retiraran, pero no. Lejos de eso, enviaron más infantería por la puerta trasera. En esas condiciones ATE planteó hacer la asamblea en la calle. También había canas y era imposible hacerla allí.
Cuando se estaba por acabar la acción, vinieron compañeres de Parques Nacionales y se extendió la concentración. Luego algunes se retiraron y otres ingresaron. Se planteó un ruidazo y asambleas en los próximos días. Queda el registro de los medios entre los cuales figura la desazón de una compañera despedida de 67 años de edad y 15 de trabajo en el Instituto, con certificado de discapacidad, porque hasta que no le salga la jubilación es muy difícil que consiga otro ingreso.
La Andis (Agencia Nacional de Discapacidad) también ha sufrido centenares de despidos, al igual que el Incaa, Anses y varios ministerios. Hay que seguirla hasta que se haya reincorporado a todes les trabajadores despedides de todas las instituciones sin excepción.
https://prensaobrera.com/sindicales/todes-al-paro-nacional-de-ctera