Sindicales
8/2/2007|980
No al Colegio Médico de la Ciudad de Buenos Aires
El jueves 1º de febrero se realizó un acto de rechazo a la colegiación médica obligatoria en las puertas de la Legislatura porteña. Es el primer paso del plan de lucha votado en la Asamblea inter-hospitalaria realizada el 26 de enero en la Maternidad Sardá.
Se denunció a los impulsores de la ley (Enríquez, Rebot, Godoy, la Asociación de Médicos Municipales, la Federación Médica de la Capital y las 23 sociedades científicas que avalan la iniciativa legislativa). La ley cuenta con el beneplácito de Ginés González García y la apoyan kirchneristas y macristas (sic).
Se presentaron las primeras 2.000 firmas de médicos de un petitorio que rechaza la colegiación y está circulando en los hospitales y centros de salud, sanatorios y clínicas, públicos, privados y de las obras sociales, de la ciudad de Buenos Aires.
Participaron delegaciones de los hospitales Sardá, Alvarez, Fernández, Durand, Garrahan, Gutiérrez, Penna, Alvear, Argerich, María Curie, del Sanatorio Municipal Julio Méndez, de Sanatorio Santa Isabel, de las Juntas Internas de ATE de los hospitales Alvarez y Garrahan, de la Agrupación Bordó del Hospital de Clínicas, de la agrupación Tribuna de Salud y del FRG.
El acto se extendió por espacio de tres horas y nos permitió esclarecer ante la opinión pública y los medios gráficos y radiales presentes que el intento de creación de un Colegio Médico en la ciudad constituye un gran negocio para unos pocos a costa de la exacción del salario de miles de médicos.
Se pretende privatizar el control del ejercicio profesional en la ciudad y aplicar sanciones disciplinarias a los profesionales, una verdadera provocación frente a la realidad de las condiciones laborales a las que los médicos son sometidos en las empresas de salud privadas, las obras sociales e incluso el Gobierno de la Ciudad… La colegiación avasalla la responsabilidad del Estado, que es quien otorga la matrícula nacional y controla el ejercicio profesional.
En la ciudad de Buenos Aires trabajan cerca de 50.000 médicos, y lo que está en disputa es una caja inicial 2.000.000 de dólares por año.
La experiencia con los colegios médicos provinciales es por demás elocuente: por un lado la obligatoriedad de contar con la matrícula distrital y de estar al día con los pagos para poder trabajar, pero además los colegios funcionan como cajas recaudadoras que integran servicios obligatorios a sus asociados (seguros de mala praxis, jubilaciones y pensiones).
El poder de policía del colegio médico no es sobre el ejercicio profesional sino sobre la cuota mensual y anual de sus asociados.
En la ciudad de Buenos Aires no necesitamos ningún Colegio Médico. El Ministerio de Salud porteño debe ser quien controle el ejercicio profesional.
En el curso del acto se debatió y se resolvió una serie de iniciativas: continuar con la recolección masiva de firmas, apoyar a los trabajadores del Clínicas, asistir el 14 de febrero al Alvarez (en lucha por nombramientos), convocar a asambleas inter-hospitalarias: (el 21/2 en el Hospital Fernández y el 28/2 en el Sanatorio Municipal Julio Méndez), reclamar o autoconvocarse en asambleas en los hospitales de la ciudad el 7 de marzo, y preparar un nuevo acto y movilización a la Legislatura porteña.
En la Legislatura nos recibió el diputado Enríquez, impulsor de la colegiación y presidente de la Comisión de Legislación General y del Trabajo, donde se cocina la ley.
Fue un debate duro; participaron representantes de cada uno de los centros y hospitales presentes. Nos fuimos con la convicción de que estamos en el camino correcto. Introdujimos en la agenda de los legisladores la voz y el peso de las bases médicas (las primeras 2.000 firmas) y vamos a seguir con el plan de lucha y movilización hasta enterrar el proyecto de colegiación.