Sindicales

7/6/2023

No esperábamos nada de la dirección de ATE y aún así logró decepcionarnos

Impulsaremos críticamente el paro del viernes 16 de junio que convocan ATE y la CTA-A.

Delegado en la Junta Interna del Hospital Garrahan y candidato a Secretario General de ATE por la Lista Multicolor

La dirección de ATE con Wado de Pedro.

Finalmente, la dirección Verde de ATE y la CTA-A anunció “un paro nacional a realizarse el próximo 16 de junio”, que incluirá una movilización a Plaza de Mayo y “cortes de ruta en todo el país”. Culminó así un capítulo propio de “Jorge Suspenso”, el personaje de Capusotto. Sucede que el Congreso de ATE reunido el 31 de mayo había rechazado el acuerdo UPCN-gobierno (33% en cuotas hasta septiembre), al tiempo que proclamó un paro “para la primera quincena de junio”. Tras días de intriga, y sin que asamblea alguna haya podido decidir al respecto, lxs estatales nos enteramos de que será un día después de que esa quincena culmine. Es difícil debatir seriamente cuando Godoy, Aguiar e Isasi ubican esta medida, que llega al paroxismo en su aislamiento, como parte de “un plan de lucha” que “empezó en febrero” (!).

Son extremas las contradicciones entre las necesidades acuciantes de las bases de ATE y la CTA-A y la política de su dirección, que está metida a fondo en el espacio político responsable de gestionar el Estado a cuenta y orden del FMI. Así, la dirección Verde hace malabares: por un lado, da la imagen de un “incremento” de las acciones. Mientras la actividad pasada fue una “jornada”, ahora dicen sin ambigüedades que será un paro. Además, con movilización a la Plaza de Mayo. Pero, al mismo tiempo, dejan claro que no hay interés alguno de que la lucha se organice seriamente o se profundice, empezando porque la acción se convoca en la víspera de un feriado largo. La Verde critica la paritaria del 33% en cuotas de UPCN pero aceptó una miseria casi idéntica en Conaduh. El mismo día que anunciaron el paro, sus principales dirigentes se reunieron junto a Claudio Lozano y Wado de Pedro, que además de precandidato presidencial es el Ministro del Interior del gobierno, que nos ajusta desde su inicio. Días antes, compartieron palco con Massa, el agente de la embajada norteamericana, para vivar a CFK, otra protagonista de este desastre para la clase obrera que fue el Frente de Todos. Lejos de cualquier ruptura con el gobierno, están metidos a fondo en la interna electoral de un proyecto político en bancarrota. Semejante nivel de sometimiento es lo que llevó a ATE y a la CTA-A a la intrascendencia en el último período, inmóviles frente a ataques de tal magnitud que implican salarios literalmente de indigencia entre municipales y estatales de distintos niveles. Los reclamos del paro son lo suficientemente vagos como para nunca poder contrastarse con logros: “un aumento considerable del salario mínimo”. Además, se plantea el justo rechazo al FMI, pero omitiendo que todas las alas del gobierno están actuando según sus dictados.

El paro es una necesidad: vamos por un plan de lucha

Incluso con todas estas limitaciones, es indiscutible que corresponde parar y preparar una organización en términos distintos a la orientación de la dirección Verde. Como planteó la lista Multicolor en su declaración nacional, es imprescindible pelear por “ámbitos democráticos, impulsando asambleas y plenarios para decidir un plan de lucha en serio”. Ya hay sobradas experiencias de que “las medidas aisladas y testimoniales no sirven”. En el Garrahan, por ejemplo, la asamblea convocada resolvió impulsar el paro con reclamos propios y una metodología activa. Es lógico que la CTA-A actúe porque el ajuste está recayendo transversalmente sobre muchos gremios que se nuclean en ella -lxs trabajadorxs de distintas áreas del Estado, como salud, educación y dependencias en general-. Deberíamos tener asambleas de base en todos estos gremios para impulsar un plan de lucha, partiendo de la inmediata ruptura de la central con este gobierno ajustador. Es lo que hacen AGD-UBA y otros sindicatos clasistas de Conaduh.

En realidad, está planteada una gran irrupción de la clase obrera, con huelgas docentes en cinco provincias y otros conflictos, en medio del derrumbe del poder adquisitivo de los salarios. Frente a ello, impulsamos un congreso con mandatos de base de todo el movimiento obrero para resolver un paro nacional y plan de lucha.

Hacia el 16 de junio, hacemos propias las consignas de la Multicolor:

-basta de salarios de pobreza en el estado. Salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar (hoy en $322000). Actualización mensual según inflación.

-Pase a planta permanente para terminar con los contratos basura y la precarización

-Por una nueva dirección en ATE, democrática, independiente, con perspectiva de género y para luchar.