(NOA) AZUCAREROS: Asambleas que voten parar el 9 de junio y aseguren la huelga por tiempo indefinido a partir del 22


Un plenario de secretarios generales de los sindicatos azucareros de todo el país resolvió un paro por tiempo indefinido a partir del 22 de junio si las empresas no se avienen a otorgar un aumento del 39 por ciento. Se reclama que el actual básico de 7.700 pase a 10.740 pesos. Las patronales se han aferrado a una oferta del 20 por ciento alegando los bajos precios del azúcar y que un aumento mayor llevaría al quebranto a algunos ingenios.


 


La medida se anunció el 21 de mayo, o sea con un mes de anticipación, justificando que para esa fecha ya habrá comenzado la zafra en todos los ingenios y la medida sería más efectiva y contundente.


 


El reclamo se extiende también a la necesidad de una recategorización y a la cuestión de la “permanencia”, ya que en los ingenios tucumanos las patronales han logrado la tercerización completa del personal y ha desaparecido el trabajador anualizado permanente.


 


La directiva de Fotia no adhirió al paro del 31 de marzo y luego, de manera muy confusa (alegando que no se pudo organizar o incluso negando la convocatoria), no acató un paro nacional azucarero convocado el 15 de mayo.


 


Ahora, los dirigentes lanzaron esta medida sin haber dado ningún paso práctico para garantizarla, incluso no se ha pronunciado frente al paro nacional del 9 de junio.


 


En el seno de la dirigencia nacional azucarera conviven distintas tendencias. La más colaboracionista es la que dirige la Fotia tucumana en la que su secretario general, Roberto Palina, es la cabeza de un acople de Alperovich.


 


Sin embargo, en los últimos dos años ha comenzado un proceso de recomposición del activismo que tuvo su expresión más importante en el Ingenio San Juan, donde se expulsó a la vieja burocracia del sindicato de fábrica. Procesos más radicalizados se vivieron en los ingenios de Salta y Jujuy.


 


Es claro que el destino de los reclamos y de la lucha no se puede dejar en manos de las dirigencias burocráticas y conciliadoras, sobre todo cuando todos los pronósticos indican una agudización de la crisis azucarera, que las patronales quieren cargar en las espaldas de los trabajadores. Es necesario asegurar la huelga por tiempo indefinido. El paso previo, clave, en esa dirección: parar el 9 de junio, que tendría en este caso el carácter de un paro de advertencia.


 


Los aceiteros pudieron. Entonces, con sus mismos métodos y convicción, organicemos una lucha a fondo para arrancar el aumento y demás reclamos.