Sindicales

28/1/2015|1348

Nos movilizamos al poder político


El conflicto de Interpack lleva ya casi dos meses; durante este tiempo desplegamos un rosario de iniciativas: paros escalonados, paros generales, un acampe, un acto frente a la planta, un corte de la rotonda de San Justo -que tuvo gran repercusión mediática- y ahora, una movilización por el centro del distrito hasta el edificio municipal.


 


El propósito de la movilización del lunes 26 de enero fue entrevistarnos con el intendente Espinoza (finalmente nos recibió el subsecretario de Gobierno) para reclamar la intervención del poder político local ya que, por su dimensión y sobre todo por su trasfondo, el conflicto trasciende lo meramente laboral.


 


En el acto que cerró la jornada hablaron dirigentes de las numerosas organizaciones que nos vienen acompañando: las internas gráficas de AGR-Clarín, de Morvillo y de MadyGraf (ex Donnelley), delegados del hospital de Quilmes, de Ecotrans, de la ex Jabón Federal, de la Coordinadora Sindical Clasista, del Polo Obrero, del Suteba de La Matanza, de la AGD-UBA, de la Fuba y los diputados Guillermo Kane y Christian Castillo.


 


Pocos días antes, participamos de una reunión en La Plata con el subsecretario de Trabajo de la provincia, Molina, quien manifestó su voluntad de seguir de cerca las negociaciones y prometió una comunicación con el propio ministro Tomada, pese a la “superposición de competencias” con Nación, que fue quien dictó la conciliación obligatoria.


 


Luego de transcurridos quince días de esa conciliación, la empresa sigue sin ofrecer una respuesta a los reclamos. Incluso ha desconocido parcialmente la resolución ya que no abonó los días de paro de enero; aunque sí los viáticos y el presentismo que había descontado inicialmente. Cesó con las suspensiones y la producción se ha normalizado, pero el clima dentro de la planta es de mucha tensión.


La actitud inflexible hasta el momento de la empresa no obedece a una incapacidad “económica” para dar solución a nuestros reclamos ya que el grupo Zupán, propietario de Interpack, está en plena expansión (se acaba de inaugurar una nueva planta de Tetra Pak en Ushuaia); al revés, la crisis general refuerza su liderazgo en el mercado de envases de la región.


 


Pero un aspecto de ese objetivo es imponer nuevos pisos de productividad, es decir de explotación. Esta es la clave del conflicto: enfrentamos una política dirigida a debilitar la organización sindical y avanzar sobre nuestras condiciones de trabajo; ésa es la disputa que la crisis capitalista nos impone a los trabajadores en todos lados.


 


Como le hemos manifestado a todos los funcionarios, los recursos administrativos y políticos del Estado deben actuar para prevenir un agravamiento del conflicto, algo que inevitablemente ocurrirá de no modificarse la conducta empresaria.


 


El sindicato gráfico, que se ha limitado a acompañar “institucionalmente” el conflicto, debería convocar a un plenario de delegados para resolver acciones de solidaridad con nuestra lucha y encarar un plan de acción de conjunto, por la reapertura de la paritaria y la estatización de la ex Donnelley.