Sindicales
30/3/2006|939
Nuestro homenaje a las mujeres de Las Heras
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Los movimientos que en el mundo defienden los derechos de la mujer tienen un espejo inmenso en que mirarse, el de las luchadoras de Las Heras. Han sido protagonistas de una de las principales luchas de la clase obrera en los últimos años. Centenares de ellas son petroleras o del gremio de la construcción, ‘de prepo’, o sea ganándose sus puestos de trabajo ocupando plantas y cortando rutas.
Además de haber participado muchas de ellas en los últimos piquetes que desataron el actual conflicto, han jugado un rol fundamental en la lucha por la liberación de los obreros presos. Han creado una agrupación de mujeres en lucha, que ha realizado acciones de increíble heroísmo y audacia.
Han volanteado las entradas de los campos petroleros, por la libertad de sus presos, donde volantear es una verdadera proeza, pues hay que detener en el medio del campo, con un viento que corta las manos, a las combis herméticamente cerradas que llevan a los trabajadores y repartir allí los volantes ante el asedio de la policía y los gendarmes.
Las mujeres han realizado tres movilizaciones con sus hijos al juzgado de Pico Truncado, donde han permanecido horas y horas durante el interrogatorio de sus compañeros, agitando sin cesar, hostigando a la policía y a los gendarmes, en medio de un verdadero páramo de viento y frío.
Una de ellas irrumpió en una misa cuando se llevaban presos a sus compañeros y realizó una arenga en defensa de la lucha que conmovió a todos los presentes, dando lugar a que luego la iglesia fuera un centro de organización de mujeres, obreros de la construcción y petroleros.
Aprendieron aceleradamente a sacar comunicados de prensa y a ir a las radios del lugar para programar las movilizaciones; realizaron cuatro marchas por el pueblo por la libertad de los obreros presos, y fue en la casa de una de ellas que se realizaron las reuniones directas entre familiares y obreros con el gobierno, porque el gobernador ya no consideraba lugar “neutral” a la iglesia del pueblo.
Los hijos de estas leonas pasan horas en la iglesia, en las movilizaciones, viven día a día lo que pasa con sus padres, y hasta cantan consignas como “Ico, ico, fuera los milicos” y “Libertad a los obreros por luchar”, que son sus preferidas.
Va a las mujeres de Las Heras nuestro homenaje.