Sindicales

1/7/1999|633

Nueva ocupación de Emfer (Morrison): no al cierre

El martes 22 la empresa incumplió el pago del grueso de la quincena al que se había comprometido. Por esta razón y ante la reiteración de la amenaza de cierre, los trabajadores volvieron a ocupar el establecimiento por la tarde. El miércoles se repitió el escenario de la toma anterior: corte de las vías del Mitre y de la General Paz, olla popular, asambleas; los trabajadores reclamaban el congreso de delegados a la UOM para resolver medidas de apoyo, Yañez y la directiva excusándose con que “la gente no da”, desfile de adhesiones de delegados, internas y organizaciones de la zona por la puerta de la planta, expresando al menos una parte de la enorme simpatía popular con esta lucha fundamental. Los delegados del Inti acercaron los alimentos donados por los trabajadores de ese instituto.


El jueves a la mañana una nutrida columna de trabajadores de la empresa realizó una marcha por el centro, a las oficinas de TBA. Ese mismo día se acordó el levantamiento de la toma, sobre la base del compromiso patronal de pagar el viernes la quincena, y el 30 el aguinaldo y ticket, y la totalidad de los días de toma. También se estableció una tregua hasta el 1º de julio a las 24 horas. Mientras dure la tregua TBA acordó con el ombudsman Maiorano una ronda de discusiones con la Secretaría de Transporte y la liga de consumidores para que levanten el recurso que bloquea el contrato, es decir, el aumento del boleto.


UOM: una posición de derrota


La UOM, lamentablemente, sólo difiere con la empresa en el monto de la indemnización para el caso de cierre (100% contra 50%).


Pero ¡cualquier cierre es trucho! La empresa busca el desbloqueo de un negocio de 2.500 millones de dólares, según confiesa en una página publicitaria (La Razón, 24/6), sobre la base de un aumento del 75% del boleto ferroviario en tres etapas. TBA y Emfer pertenecen al mismo capital beneficiado por innumerables subsidios y ventajas por parte del Estado; se adueñaron de la ex-Fabricaciones Militares a precio de remate, recuperado en buena parte con la venta de una fracción del terreno a un supermercado. Con chauchas, se adueñaron de la “empresa de material ferroviario más moderna de Latinoamérica” (ídem). Cualquier planteo de cierre es inaceptable porque responde a esa especulación y al objeto de limpiar la fábrica de la valiosa camada de trabajadores en lucha, para precarizar y flexibilizar aún más las condiciones laborales, de ningún modo a una supuesta ‘inviabilidad’ de la fábrica en un país cuyo parque ferroviario pide a gritos una renovación profunda.


La directiva de la UOM está bloqueando la extensión del conflicto; orienta a los trabajadores a presionar a la ‘justicia’ a favor de la empresa. Este planteo lleva de cabeza al aislamiento y a la derrota. La salida real es no al cierre de Emfer; ningún despido, reincorporación de todos los suspendidos y reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; que se abran los libros de TBA y Emfer; congreso de delegados de San Martín que resuelva el paro y movilización a la planta, y la ocupación de toda empresa que suspenda o despida; por un inmediato paro activo nacional de la UOM.


Hay 500 suspensiones-despidos en Peugeot, el cierre de Corni y Diasa, centenares de metalúrgicas con despidos y suspensiones masivas. Formemos una gran coordinadora zonal contra los despidos y cierres. La lucha de los compañeros de Emfer es prenda de unidad sobre la que debemos juramentarnos todos los compañeros metalúrgicos y demás trabajadores.