Sindicales

27/4/2006|943

Nuevo acuerdo antisalarial

Techo salarial por debajo de la línea de pobreza


Kirchner se reunió el lunes 17 de abril con Armando Cavalieri, secretario general de la Federación de Empleados de Comercio (FAECyS) y con los representantes de las cámaras empresariales del ramo mercantil (CAC, Came y Udeca) para celebrar lo que es una nueva estafa al bolsillo de los trabajadores del gremio. Se trata del acuerdo que establece un aumento salarial escalonado en tres tramos (10% en mayo, 5% en junio y 4% en agosto) de carácter no remunerativo.


 


El básico, que hoy esta en 883 pesos, luego del aumento alcanzaría los 1.051 pesos. Pero esto recién para el mes de diciembre. Mientras tanto, el 19% es de carácter no remunerativo (en negro) igualmente sufrirá descuentos para Osecac, la obra social del gremio (un regalito para el sindicato). No se tendrá en cuenta para el presentismo, los premios ni las comisiones. Tampoco se tomará en cuenta para el pago de horas extras, ni por supuesto para el aguinaldo y las vacaciones.


 


El acuerdo esta en sintonía con el que firmó Moyano para camioneros hace unas semanas, “El objetivo oficial es que todos acepten limitar la suba salarial al 19%, aún cuando los reclamos son bastante mas altos” (Clarín, 18/4). Todo esto con la excusa de no provocar un aumento inflacionario mientras todos sabemos que la inflación seguirá aumentando debido a las medidas que toma el mismo gobierno, como ser el aumento tarifario.


 


Mientras otros gremio tienen sus mínimos por encima de los 1.800 pesos (subte, camioneros, UTA, Smata, ferroviarios, trabajadores del Garrahan, etc.) los 1.051 pesos tomando en cuenta las cargas sociales, dan por resultado un salario que seguirá estando por debajo de la línea de pobreza, incluso para agosto cuando se cobre la totalidad (ni hablar en diciembre, cuando el 19% se integre al básico).


 


El gremio mercantil recibe un aumento miserable, que reafirma los sueldos de pobreza que constituyen la base de los superbeneficios empresariales. Este es el verdadero objetivo de la política de “control de precios” (de salarios en realidad) que aplica el gobierno de Kirchner.


 


Los supermercadistas han aumentado sus ventas en más de un 40% superando las ganancias previas a la crisis de 2001. Los trabajadores mantienen un salario cuyo poder adquisitivo es muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis. Ellos ganan más, nosotros menos.


 


Tomemos el ejemplo de los luchadores que se organizan en el subte, en Las Heras, en Gualeguaychú y en las universidades contra el gobierno y contra las patronales.


 


Repudiemos este acuerdo y comencemos a organizarnos independientemente de la burocracia entregadora y del gobierno para reclamar un aumento salarial que lleve el básico a 1.800 pesos, o sea la canasta familiar, y tiremos abajo el pacto antisalarial.