El gobierno nacional continúa su ofensiva contra la organización gremial en las dependencias del Estado. Ahora una resolución del Ministerio de Modernización invalidó las elecciones convocadas por ATE a llevarse adelante el 30 de noviembre en el Ministerio de Economía y de Finanzas (Mecon) –previamente, habían sido impugnadas las elecciones que realizó UPCN.

Esta agresión en el Mecon no es novedosa. Se produce en un contexto de persecución sindical que tiene a cuatro delegados de ATE sumariados de manera completamente trucha y a un delegado de UPCN con juicio de exclusión de tutela gremial.

Ofensiva contra los estatales

El gobierno prepara el escenario para llevar a fondo la reforma laboral que ya introdujo en la paritaria 2017 con la complicidad de UPCN y la firma en disconformidad de un ATE estéril y falto de un planteo de lucha.

Así, de un plumazo, el macrismo sujetó parte del salario de los trabajadores del Estado nacional a los ítems de “presentismo” y “productividad”, que se llevan puestas las licencias de convenio y que son la punta de lanza para justificar los despidos masivos con los que amenaza Andrés Ibarra, administrador de las cesantías.

Las impugnaciones echan mano de las disposiciones del ex Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien allá por 2003 se dio la tarea de limitar las acciones de ATE, en beneficio de UPCN y dispuso, entre otros ataques, poner como requisito para poder votar delegados la afiliación de al menos 10% respecto del total de trabajadores de cada dependencia.

Esa intromisión en la vida sindical es ahora interpretada de manera aún más lesiva por el gobierno de Cambiemos, ya que no reconoce como trabajadores dependientes de cada Ministerio a los compañeros monotributistas –donde la afiliación a ATE es mayor. Como con el gobierno kirchnerista, la precarización laboral es utilizada para disciplinar trabajadores, pero ahora esos compañeros ni siquiera pueden votar u ocupar cargos gremiales.

El gobierno pretende hacer de Modernización un gran Recursos Humanos del Estado nacional. Todo indica que esta bravuconada será refrendada por el Ministerio de Trabajo, órgano de aplicación de la Ley de Asociaciones Sindicales.

Por un plan de lucha

ATE, en sus variantes Verde (conducción nacional) y Verde y Blanca (kirchnerista, conducción de Capital), tiene una enorme cuota de responsabilidad en este cuadro, porque ha sido incapaz de conducir una verdadera rebelión de los trabajadores en ocasión de la primera tanda de despidos masivos, allá por 2016. Muy por el contrario, separó los movimientos de lucha y se dedicó a pequeñas negociaciones en sectores. El saldo: 11 mil despidos en el Estado nacional. Esa política le ha permitido al macrismo avanzar en sus ataques, al punto que el conjunto de las juntas internas nacionales y de la ciudad de Buenos Aires se encuentran impugnadas, sin que el sindicato reaccione. 

Necesitamos parar esta ofensiva. En principio, defender firmemente nuestra elección del 30 para que los trabajadores del Mecon tengan una herramienta de lucha. Es tarea del activismo del ministerio y del sindicato.

Luego, debemos preparar las condiciones para establecer un plan de lucha contra el “paquete” de despidos y reforma laboral con la conformación de asambleas en los lugares de trabajo. Juntar pronunciamientos, reclamarle al sindicato plenarios de delegados regulares. Superar el inmovilismo y las acciones aisladas de las directivas reuniendo sectores de trabajo.