La semana pasada, dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Olavarría (Soeco) denunciaron que, en medio de la pandemia, la empresa de cerámicos Cerro Negro les robó a más de 400 trabajadores el 70% o más de la última quincena. En la página web del sindicato sostuvieron que “aunque estemos violando la cuarentena, saldremos a la calle. Cerro Negro nos pagó 12 mil pesos, eso significa el 25 o 30 por ciento de los salarios de esta quincena. Los empresarios tomaron esa decisión unilateral. Haremos lo que sea necesario para reclamar que nos paguen lo que corresponde”. Se trata de un ajuste criminal y más aún en un contexto tan apremiante y agudizado por la pandemia del Covid-19.

El sindicato resolvió recurrir al Ministerio de Trabajo provincial y apelar a su intervención en el conflicto. La patronal plantea el mísero pago del 60% del sueldo, exigiendo que los empleados firmen el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (suspensiones con rebaja salarial concertada con los trabajadores). En oposición, los representantes sindicales plantean que se respete el artículo 8 del vigente decreto 297/20, que establece el derecho a cobrar el sueldo íntegro mientras dure el aislamiento social obligatorio.

En la audiencia, que se realizó el jueves pasado en la delegación local del ministerio, no hubo acuerdo posible entre la patronal y el sindicato y se pasó a un cuarto intermedio para la semana próxima. El Estado Nacional brilla por su ausencia, al igual que en los conflictos con los despedidos de Techint (que el Ministerio finalmente homologó) o la misma situación con los l@s emplead@s del frigorífico Penta, quienes como única respuesta recibieron la represión de la policía de Kicillof y Berni.

El grupo capitalista millonario que controla Cerro Negro, la Sociedad Comercial del Plata S.A., hace y deshace a su gusto con respecto a salarios y empleados desde que adquirió la empresa en 2015. El holding (que invierte en el negocio petrolero, la agroindustria y es dueño, también, del Parque de la Costa)  llora miserias escudándose en las “escasas ganancias”, la caída de las ventas y de la construcción. Pablo Arnaude, uno de los directores de SCP, gerente general de la empresa ceramista y, además, presidente de la Cámara de Pisos y Revestimientos Cerámicos de Argentina pidió “la colaboración y el aporte de todos los que forman parte de Cerro Negro para superar la situación.” Esa “colaboración de todos” implica el robo del 70% de los salarios de los obreros y amenazar su supervivencia. Pero, además, es una caradurez absoluta ya que Cerro Negro anunció en 2019 una facturación de casi 5 mil millones de pesos y, por si fuera poco, el patrimonio neto de la Sociedad Comercial del Plata es por lo menos el triple de esa suma. La cuarentena (y el agravamiento de la crisis económica que trajo aparejado) está lejos de significar un peligro de quiebra para este grupo de anchas espaldas.

El gobierno “nacional y popular” del tándem PJ-K hace la vista gorda e incluso avala el accionar despótico de las patronales privadas, del que este robo salarial es claro ejemplo. Como lo muestra la historia, ni las patronales ni el Estado van a ayudar a estas familias obreras en su lucha. Lo que nos queda es la organización de base del sindicato y la independencia política que defienda con un programa obrero a este tipo de luchas y reivindicaciones.

Desde el PO-FIT Olavarría acompañamos el reclamo del Soeco de pago inmediato de los salarios íntegros a cada uno y una de los/as trabajadoras. Señalamos que, ante la dilación de la patronal y el Ministerio de Trabajo, es necesaria una acción inmediata del gremio, guardando los cuidados necesarios ante el Covid-19. Demandamos la intervención del Estado para hacer valer las medidas que garanticen el cobro integral de los salarios. ¡Basta de despidos y ajustes de todas las patronales! ¡Por las luchas y la organización de los y las obreras!