Sindicales

22/5/1997|540

Ongaro y Vigil tendrán su ‘escarmiento’

No se le puede negar claridad a las respuestas del Sindicato Gráfico al reclamo que le presentaron 73 delegados de diversos talleres hace dos semanas.


  • No al plenario de delegados.
  • Ningún aporte al fondo de huelga.
  • No concurrir al Ministerio ni apoyar la impugnación al recurso de crisis presentado por la empresa.
  • Negar la existencia misma de nuestra lucha y la de Rotográfica.
  • Colocar guardias en la puerta del Sindicato para evitar otra manifestación como la del 2 de mayo.


Esta política de Ongaro tiene la virtud de que disipa cualquier confusión. Se integra con la patronal en la estrategia de aislar, silenciar y escarmentar, trabajando para que el conjunto del gremio saque la conclusión de que está obligado a aceptar los ‘recursos de crisis’y a descartar por completo todo cuestionamiento a las reducciones de personal, al arrebato de conquistas y a la imposición generalizada de la ‘flexibilización’ laboral.


En estos días de nuestro conflicto se sustanciaron 10 despidos en Editorial Estrada, dos en Perfil y despidos masivos y suspensiones en Rotográfica Argentina. La estrategia para tapar esto ha sido el sorteo de un auto para el día del gráfico y ‘charlas’ sobre las virtudes de la Obra Social, una de las primeras en emprender el camino sin retorno del Banco Mundial hacia la privatización de la salud.


La línea ongarista del “conficto escarmiento” es un complemento de la entregada de la CGT de la ultraactividad de los convenios, el convenio por empresa y la rebaja indemnizatoria. Ongaro adelanta todo esto en el gremio al apoyar la flexibilidad de AyC (Atlántida y Cochrane), las 12 horas de La Nación y el arrasamiento de las indemnizaciones vía recurso de crisis. Un verdadero ‘visionario’.


En la base del gremio se ha desarrollado una gran simpatía con nuestra lucha, pero no se supera el miedo impuesto en años de golpes y derrotas sin lucha. Los paros de máquinas y las asambleas para no hacer nuestras revistas al calor de los piquetes, no han alcanzado a traducirse en movimientos por las reivindicaciones propias de los talleres y del gremio. Está en la responsabilidad del activismo estructurar esas respuestas, devolver la confianza.


Está planteada la continuidad política del movimiento de los 73 delegados hacia una autoconvocatoria contra la ‘flexibilidad’ laboral, por los talleres, por la superación política de la dirección del gremio hasta quebrar la parálisis del Sindicato Gráfico Argentino.


En eso estamos.