Sindicales

12/6/1997|543

Organizarse para la lucha

En Fiat los conflictos están a “flor de piel”. No sólo con los trabajadores de la ex Cormec, sino también con los nuevos. A los ‘viejos’ pretenden, con persecuciones, aprietes y despidos, imponerles “enterito” el convenio negrero firmado con el Smata, los ritmos abusivos de producción, la rebaja plena del salario, las horas extras de prepo (que los trabajadores se niegan a hacer, porque se las pagan según el valor fijado por el convenio Fiat-Smata, sin considerar el plus de compensación —para llegar al 95% del salario que cobraban en la ex Cormec— que se paga sobre el básico); la patronal ha echado a toda la directiva del Sitramf y a muchos activistas, y pretende deshacerse de todos aquellos que no acepten las condiciones de superexplotación.


Los nuevos viven ya los ritmos infernales de trabajo, los atropellos patronales, los salarios de miseria, y aún más, la directiva de la UOM Ferreyra denunció la muerte de un trabajador (hecho que fue silenciado por la fábrica y los medios de comunicación) mientras probaba un auto en las calles de la ciudad, porque la empresa no ha construido una pista de pruebas; para la patronal de Fiat, la vida de un trabajador no vale nada.


Con semejante caldera, la patronal se empeña en no permitir la organización gremial de los trabajadores, desconoce la organización (UOM Ferreyra) que los obreros de la ex Cormec votaron y a la cual se afiliaron. Junto con el Smata, está haciendo un trabajo de persecución para que los trabajadores nuevos (y también algunos viejos) se afilien al gremio mecánico, garante de la aplicación del convenio negrero. Fiat y Smata se preparan para definir, si es necesario en el terreno judicial, la potestad sobre los trabajadores de la fábrica.


La UOM nacional alienta la afiliación a la UOM Ferreyra con el mismo objetivo: obtener la representación de los trabajadores. ¿Significa esto que Lorenzo Miguel pretende el reconocimiento y el funcionamiento de la directiva del Sitramf que los trabajadores colocaron a la cabeza de la seccional? Nada de eso. El ‘Loro’ ha dejado pasar los despidos y boicoteó los paros de los trabajadores de Fiat; no defendió la organización y la dirección resueltas por las asambleas de fábrica.


La directiva de la UOM Ferreyra ha colocado el reconocimiento de la seccional en el centro de su política, dejando de lado la organización de una lucha en planta contra los despidos del activismo (y de ella misma), aceptándolos como un ‘costo’ para obtener una cobertura a una lucha posterior y a fondo. Pero si la dirección nacional de la UOM obtiene la personería gremial, no implica el reconocimiento de la actual directiva de la seccional, que está fuera de fábrica.


Es necesario organizar la fábrica entera para ir a una lucha por un programa de reivindicaciones que se desprende de la situación: 1) La reincorporación de todos los despedidos; 2) la incorporación del plus hasta el 100% en el básico, extendiendo este salario al conjunto de los trabajadores (nuevos y viejos); 3) el rechazo a todas las cláusulas del convenio Fiat-Smata; 4) el reconocimiento de la organización resuelta por los trabajadores para toda la fábrica. El pasado miércoles 28, 770 trabajadores de la ex Cormec participaron de la elección de delegados, realizada en puerta de planta dado el desconocimiento patronal de la seccional Ferreyra. Es un alto grado de intervención, que puede ser transformado en organización si los delegados votados se rodean de activistas en cada lugar, si se extiende la elección de delegados (aunque éstos no puedan jugar una función “pública”, son un factor de organización) en las secciones que hoy no tienen representantes, y sobre todo en la planta nueva, donde las reivindicaciones afloran por doquier (ritmos, no se cumplen los descansos, prepotencia, multiplicidad de tareas, etc.). Con un plan de organización, y con un programa de reclamos, se plantea un plan de lucha.