Sindicales

28/1/2015|1348

Otro fraude oficialista en Foetra


La conducción de Foetra montó una maniobra para hacer pasar la Memoria y el Balance y evitar la discusión sobre la paritaria.


Temiendo una concurrencia masiva a la asamblea general, que inicialmente había convocado para el 27 de noviembre en Capital, la postergó para el 22 de enero y en Ezeiza, dentro del horario de trabajo, sin micros ni permisos gremiales.


En su momento, repudiamos la asamblea del 22 y llamamos a los telefónicos a no dar quórum; de otro modo, hubiese implicado legitimar un fraude.

Ahora, la burocracia plantea una nueva convocatoria, recién para el 27 de febrero.


Recordemos que ante los crecientes reclamos la Mesa de Unidad Sindical tuvo que reabrir una paritaria que pretendió clausurar con un escandaloso fraude en la anterior asamblea, cuando la masa de los telefónicos rechazó un acuerdo salarial a la baja.


Hubo movilizaciones al Ministerio de Trabajo, marchas en Mendoza y varias provincias, uno a uno los edificios de todas las empresas fueron expresando el descontento. Los trabajadores de las móviles también lo rechazaron y propusieron en numerosas asambleas y petitorios ser incorporados en la paritaria y al pago del bono de fin de año. Fueron estas movilizaciones y la presión de los trabajadores las que le arrancaron el adicional a las patronales y allanaron el camino para reabrir la discusión del salario.


También realizamos una impugnación legal en el Ministerio de Trabajo (el conjunto de la oposición acompañó nuestra iniciativa). Defendemos la democracia sindical, las asambleas de edificio donde todos los compañeros se puedan expresar. Defendemos que los delegados deben llevar el mandato de su edificio a los plenarios, votado por los trabajadores a los que representa. Entendemos que ésta es la única forma de representar los intereses de los telefónicos y los trabajadores en general, y salir a la lucha por una verdadera recomposición salarial, que no puede ser menor al 35 por ciento (retroactivo).


Son muchas las reivindicaciones pendientes además del salario y la única garantía para llevarlas adelante es la defensa incondicional de la democracia sindical.


En sintonía con la desintegración del kirchnerismo, la Azul y Blanca y la Mesa de Unidad Sindical licuaron todo su capital político. Hoy son la garantía de la patronal para avanzar sobre el convenio y el salario, y la pared de contención del gremio para garantizar el tope salarial del Ministerio de Trabajo K.


Pero es una pared que se desmorona; madura la recuperación de Foetra.