Sindicales
13/11/2014|1340
Papelera Smurfit: victoria clasista
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Papeleros Combativos - Lista Gris
Las antiguas instalaciones de Celulosa Argentina en la ciudad de Bernal, en los años '80, pasaron por diferentes administraciones, desde el Citibank hasta varias firmas papeleras para, finalmente, a mediados de los '90, dividirse la gigantesca planta entre las multinacionales Kimberly-Clark y Smurfit-Kappa. La primera dedicada al papel tissue y la otra al papel para embalaje. El gremio papelero en la última década viene atravesando una situación crítica por los numerosos cierres de fábricas importantes -como Massuh, Witcel, Serenity, Azuleña, Puerto Piray y Andino- y la constante zozobra en las más pequeñas.
El llamado a elecciones el 3 de noviembre para la renovación de la comisión interna en la planta Smurfit Bernal armó un revuelo en la seccional sur, cuando la burocracia papelera recibió la noticia de que la Lista Gris de Papeleros Combativos presentaba candidatos para disputar la comisión interna. La supuesta junta electoral fantasma intentó condicionar la conformidad de candidatos de la Gris, pero se logró oficializarla. Esto hizo poner en marcha un operativo de presión de la patronal y el sindicato sobre la planta en los días que duró la campaña. Tal es así que los delegados burocráticos salieron a hacer su campaña con el miedo a los despidos y, como por arte de magia, apareció una suma en vales de compra por 1.500 pesos en dos cuotas, de las que se cobraba un día antes de las elecciones. No faltó la clásica campaña macartista contra los “zurdos”.
Organización fabril
Que existiera una lista de oposición era un hecho muy ansiado por los trabajadores de la planta, y una experiencia nueva; trabajadores con más de veinte años antigüedad decían no haber tenido nunca esta oportunidad. La patronal, con la complicidad de la burocracia, hizo su trabajo en el transcurso del año despidiendo a un grupo de referentes de los sectores, para disciplinar y eliminar posibles opositores. Este duro terreno para intervenir no significó un freno en las acciones: mediante la agrupación Papeleros Combativos se logró poner en pie una lista clasista y comenzar a organizar la fábrica. La campaña de la Lista Gris fue mostrar la realidad que viven los trabajadores de Smurfit: tras décadas de dirección de la oficialista Celeste, se denunció y se propuso ante cada problema una salida frente a incumplimientos básicos del convenio colectivo, adicionales congelados, altos ritmos de trabajo, falta de categorización de los sectores, condiciones inseguras de trabajo y ausencia de comedor en planta.
Las elecciones se desarrollaron en una jornada de movilización de toda la fábrica. Los resultados superaron las expectativas con un 80% para la Gris, que dejó bien en claro que el mandato es un cambio total. La campaña reaccionaria sobre el ‘cuco’ de la izquierda sumó más votos. La jornada expresó el respaldo total de los trabajadores para quienes deciden encabezar realmente la representación de tantos reclamos. Este mandato indica también la necesidad de desarrollar la agrupación para convertirla en la nueva dirección en el gremio del papel.