Sindicales

7/10/2004|871

Para echar a Ojeda, votá la Naranja 

El lunes 20 de septiembre se presentó la Lista Naranja a las elecciones del gremio de la construcción, terminando con 16 años de lista única de la burocracia. La lista de oposición reúne a la mejor tradición de lucha clasista de las grandes huelgas de los ‘80 con los activistas jóvenes que van surgiendo en las obras. 


Burocracia en crisis 


Las elecciones han sido convocadas en un marco de descomposición de la burocracia. La intervención Ojeda se ha confinado a la filial Neuquén capital, pues el “gordo” Martínez regentea, desde Buenos Aires, localidades como San Martín de los Andes, Rincón de los Sauces y Cutral-Co. 


En estos tres años de intervención, 5.000 compañeros con oficio y especialidad tuvieron que sobrevivir con los planes de 150 pesos. Abunda el trabajo en negro y más del 50% de los obreros activos sufre la superexplotación. Mueren bajo el peso de las paredes decenas de compañeros, como los muertos en la Comisaría 3*; y de la obra social “no quedan ni las bases”. 


Las elecciones son una pulseada entre Sobisch y Kirchner. La burocracia va dividida en la Verde de “Rancho de Paja” Godoy apoyada por la “nueva” CGT y MrK, y en la otra lista el actual interventor Ojeda, delfín del gobierno provincial. 


Finalmente, cuando los burócratas llaman a las urnas para “normalizar la institución sindical y contener la bronca en las bases) las elecciones han disparado un estado de deliberación general. 


Elecciones libres. Paso a la Naranja 


Nuevos activistas jóvenes como Femando Silva, integrante del Polo Obrero y candidato en la lista clasista, han propuesto como primera tarea vencer la proscripción impuesta por Ojeda y cía. Desarrollar la más amplia campaña en las obras y en los barrios para poder elegir y ser elegido (una libreta, un voto), una campaña por el salario mínimo de 800 pesos, por el juicio y castigo a los responsables de los crímenes de la Comisaría 3*, por los 400 puestos de trabajo prometidos por Sobisch-Manganaro; es decir, dotar de un programa a las bases para barrer a Ojeda con el voto Naranja.