Sindicales

22/1/2004|834

Para el PTS, la culpa es de los obreros

Vergonzosamente el PTS ha reconocido (con años de retraso), las denuncias del Partido Obrero sobre la “Comisión Fiscalizadora” (CF), que integra junto al MST y a la CCC del Astillero. Claro está que para no perder las mañas y cubrirse las espaldas, propone “cambiar el rumbo de la comisión obrera fiscalizadora”. Aclaremos que la CF nació por iniciativa de la burocracia de ATE-Ensenada para hacer pasar la “regionalización” (directorio conjunto entre la burocracia, las intendencias de Ensenada y Berisso, y la provincia) y como forma de neutralizar y absorber a un sector de la izquierda que pasó de enfrentar a la burocracia a “fiscalizarla”.


Grotescamente, el PTS confundió a la “Fiscalizadora” con el “control obrero, cuando era en verdad una pantalla izquierdista y encubridora de la burocracia duhaldista y pejotista de ATE-Ensenada, y lo más parecido a un consejo consultivo u órgano de colaboración con los burócratas y los gobiernos municipales y provincial.


Lo increíble son los argumentos que da el dirigente del Astillero, del PTS José Montes, para reclamar un “cambio de rumbo”. Para el PTS la culpa la tiene el conservadorismo de los obreros del Astillero, cuya “conciencia posibilista nos “utiliza” como arma de presión de izquierda a la burocracia peronista y a la empresa” (sic).


Lo que Montes tendría que reconocer es que la experiencia con la “fiscalizadora” llevó a un sector del activismo a enfrentar esta política de colaboración e inacción, y a impulsar las asambleas de sección y general hasta hacer votar el reclamo de los 150 pesos de aumento al básico, derrotando las mociones burocráticas.


La verdad es muy distinta a cómo la pinta el PTS que, en épocas electorales, se pone el “traje del Astillero”, y luego sin decir ‘agua va’, la emprende con injurias contra una clase obrera que ha hecho historia en Ensenada y el movimiento obrero argentino. La función hace al órgano y la “Fiscalizadora” ha sido furgón de cola de la burocracia. El que debería cambiar de rumbo es el PTS, que llama “posibilista” a la lucha por los 150 pesos al básico, cuando “los fiscalizadores de la comisión” sabotearon la lucha salarial y la declararon inoportuna. Como escribimos en las páginas de Prensa Obrera, la lucha salarial por los 150 pesos al básico fue impulsada por un sector del activismo, “Trabajadores Autoconvocados por el Salario”, que debieron enfrentar la negativa conjunta de la burocracia y de los “fiscalizadores”.


Pero el pez por la boca muere. ¿Qué quiere decir el PTS con que la Marrón (su agrupación) mantiene “diferencias” con el “proyecto de regionalización”? Así planteada no hay lucha contra la burocracia, sino “discusiones” de proyectos e ideas, lo que equivale a afirmar que hay un terreno para la acción común. Ha sido el PTS el que se autoasignó el rol de presionar a la burocracia de ATE-Ensenada y esto explica su confeso y tardío fracaso.