Se despertó el movimiento de lucha docente en la Capital. Aunque aún no hay guarismos definitivos, el viernes 8 paró más del 70% de las escuelas primarias y colegios secundarios.

El paro fue realizado en contra de la directiva burocrática centroizquierdista que dirige UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), el principal sindicato del distrito, afiliado a la Ctera.

Convocado por siete pequeñas entidades (asociación de docentes de educación física, de la escuela media, etc.) e impulsando en el seno de la UTE por la oposición fisonomizada en la agrupación Tribuna Docente-Lista Rosa los docentes se autoconvocaron.

A pesar del inmenso superávit fiscal (700 millones), la Ciudad de Buenos Aires mantiene congelados los salarios docentes y de los trabajadores estatales y hospita­larios.

Hubo delegados y miembros de la Celeste que desoyeron la fuerte campaña de la burocracia para no parar. “El paro es político”, decían los burócratas ya sin imaginación.

El paro del 8 contra Ibarra y por encima de la burocracia de la UTE fue la respuesta de la masa del gremio docente al fraude es­candaloso que realizó en las re­cientes elecciones de Ctera. En aquella oportunidad, la inmensa mayoría no fue a votar. Ahora la mayoría salió a luchar.

Organicemos la autoconvocatoria de coordinadoras por zona; asambleas y pronunciamientos por escuela; preparemos una gran

Asamblea General Docente de la Capital, sin diferencia de sindica tos ni agrupaciones, de afiliados y no afiliados, para tomar nuevas medidas de lucha por los 250 pesos de aumento para todos los docentes, por el blanqueo del 33% del salario que se paga en negro, por la defensa de las conquistas del Estatuto Docente, contra los ataques que el gobierno descarga so­bre los trabajadores.               

Plenario de Tribuna Docente, Lista Rosa

Sábado 23 de octubre, 14 horas Santiago del Estero 118 Capital