El jueves 14 se realizó el paro de todos los trabajadores universitarios, tanto docentes como no docentes, que paralizó toda actividad en las 57 universidades nacionales.

El paro, convocado por todas las federaciones de la docencia universitaria y preuniversitaria y por Fatun (federación de trabajadores no docentes), es una medida de unidad inédita y necesaria para este ataque sin precedentes a la educación superior y a quienes trabajamos en ella, sobre todo viniendo de las mismas direcciones que fueron dejando pasar el ajuste del gobierno anterior. Este paro del 14 es una primera reacción que debe tener en lo inmediato continuidad.

En ese sentido, desde la Naranja estamos impulsando en las asambleas de los distintos sindicatos la necesidad de un congreso de delegados de toda la docencia universitaria y preuniversitaria, de todos los sindicatos y federaciones, con mandatos de cada asamblea de base para debatir de conjunto y delinear la continuación del plan de lucha hasta derrotar esta ofensiva que se expresa en la asfixia presupuestaria, en salarios de pobreza para docentes y no docentes, en la profundización de la privatización y mercantilización de la educación superior y en un profundo ataque a la libertad de cátedra y al pensamiento crítico.

Pretender que se funcione todo el año 2024 y se paguen salarios con el mismo presupuesto del 2023 es lisa y llanamente decretar el cierre de las instalaciones universitarias y cero aumento para sus trabajadores. Con un índice interanual del 276,2% a febrero, más allá de abril o mayo no se podrá funcionar. En lo que respecta a los salarios, tanto docentes como no docentes, en el último trimestre tuvimos solo un 6% de aumento en diciembre y 16% en febrero, porcentajes miserables que condenan a la mayoría de los trabajadores docentes y no docentes a salarios por debajo de la línea de pobreza. El cargo testigo sobre el que se discuten los salarios docentes el 31 de marzo apenas superará los 200.000 pesos, por 20 horas de trabajo, lo equivalente al maestro de grado jornada simple. Como un dominó: las jubilaciones que están enganchadas al salario van profundizando su deterioro.

Los rectores y gestiones universitarias, todas alineadas con los distintos bloques patronales, si bien han declarado que deberán cerrar las universidades si no llega refuerzo presupuestario, están actuando como los gobernadores, aplicando el ajuste puertas adentro. Ya son varias universidades donde se están dando de baja contratos y comisiones.

El ahogo presupuestario no es consecuencia solamente de la necesidad de ahorro fiscal para pagar la deuda al FMI. Es más profundo. Milei le apunta a la educación pública y a los postulados de la Reforma sobre los cuales se han desarrollado nuestras casas de estudio. En primer lugar y profundizando el camino abierto por su elogiado Carlos Menem, busca poner al servicio del mejor postor la producción del conocimiento nativo. Porque si bien la ley de Educación Superior, que desde Menem hasta la actualidad mantuvieron todos los gobiernos sin tocarle ni una coma, legaliza la privatización y mercantilización educativa, la asfixia presupuestaria la potencia, empujando a vender al mejor postor o más redituable sponsor la producción de nuestras universidades. Por eso también el ataque, en boca de Adorni, al debate de ideas y la amenaza explícita a no entregar fondos porque se hace “adoctrinamiento” en las aulas. La línea telefónica para que estudiantes hagan la denuncia es una muestra más. Justamente los estudiantes, que son el otro sector muy afectado por la falta de presupuesto, puesto que a las dificultades ya generalizadas de las familias, se sumará el recorte en becas, comedores y albergues.

El 15, en una carpa frente al Palacio Pizzurno, Conadu Histórica discutirá la continuación del plan de lucha. Docentes de AGD concurrirán, además de los congresales, con centros de estudiantes de la UBA y la CI No docentes de Sociales para llevar su apoyo. desde AGD-UBA lleva mandato de un congreso de delegados de todas las federaciones la continuidad con un paro de 48 horas. Y la preparación de una marcha nacional. Vamos por un gran movimiento universitario que frene esta ofensiva contra la universidad. El gobierno ya sintió el paro puesto que anunció un aumento de presupuesto, ¡a seguir por todos nuestros reclamos!

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