Sindicales

17/5/1993|391

Paremos, sí, por 450 de básico

La UTE (CTERA) ha convocado a dos paros de 24 horas con movilización, el miércoles 19 y el viernes 28 de mayo, a los que han adherido hasta el momento ADEF (Educación Física) y Sedeba.


La dirección marysanchista se ha visto forzada a dar este paso ante el absoluto empantanamiento de su política.


Durante el ‘92, UTE llamó a una serie de paros aislados y a cuentagotas, que fueron cumplidos cada vez menos vigorosamente y no condujeron a nada. Pretendía discutir el “ajuste educativo”   y no derrotar al gobierno. El gobierno se valió de este desangre para avanzar en la destrucción de la escuela pública. La lucha está planteada hoy ya no contra el congelamiento salarial que lleva 15 meses, sino contra el intento de reducir el haber miserable que se cobra. La Comuna ha dejado de pagar el “fondo educativo” y la asignación por material didáctico, sumas fijas que permitían llegar a un inicial de 330 pesos —inicial que, dicho sea de paso, jamás llegaron a percibir los docentes transferidos.


La “racionalización” —lease despidos— ha llegado a la enseñanza pública, contra todas las promesas hechas por Bouer. Para la secretaria de Educación del Municipio, Gervasia Sica de Matzkin, ciertas ramas “tendrán que rendir tributo a la supervivencia de la educación sistemática”. Por caso, “acá hay todo un proyecto de lo no formal que está bastante incorporado a la tradición escolar, pero que no tiene nada que ver con la escuela” (La Nación, 5/5). Esto plantea la liquidación de infinidad de cursos de apoyo y de los docentes a cargo de ellos.


La dirección de UTE dice que los paros se deben a que “esta gestión, en seis meses, no recibió a los gremios… nos quitó una herramienta fundamental para el diálogo, la mesa de discusión laboral y salarial que se reunía cada quince días” (Alejandro Demichelis, secretario de prensa de UTE, a Clarín,11/5). Es decir que los paros no están acompañados de ninguna reivindicación concreta.


La decisión de parar tiene así un carácter preventivo frente a los importantes signos de descontento en las escuelas por la ofensiva en curso. Cuando  CTERA bajó una “encuesta” impostora “preguntando” a los docentes si querían un plan de lucha nacional, numerosos establecimientos reclamaron un plan de paros progresivos y enviaron sus pronunciamientos a la UTE.


La decisión de parar ha sido tomada en el mayor de los secretos, convocando a “asambleas zonales” a las que nadie concurre y que son el supuesto sustituto a la asamblea general y a las asambleas de distrito, que el marysanchismo ha borrado del estatuto y de su existencia. Este accionar sigiloso revela que lo que se pretende es hacer alguna “gimnasia sindical” y no organizar una lucha a fondo. Solo los docentes pueden abrir otra perspectiva.


Por asambleas de escuela y de distrito; por la asamblea general y un plan de lucha “de paros progresivos y escalonados” hasta arrancar los 450 de básico y la equiparación de los transferidos. Oponer a la desorganización de la burocracia la elección masiva de delegados en todos los establecimientos.