Sindicales
28/7/2016|1421
Paritaria del neumático
Rechacemos las extorsiones, defendamos los puestos de trabajo
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A poco de que el clasismo haya conquistado la dirección del sindicato del neumático, han comenzado las discusiones con las patronales en el Ministerio de Trabajo. Las asambleas generales en los principales establecimientos fabriles se pronunciaron masivamente por la propuesta de la nueva dirección de exigir un aumento de del 45%. También, en cada fábrica, se añadieron al reclamo salarial reivindicaciones centrales relacionadas al convenio colectivo.
Las patronales, a lo largo de los años, han agudizado la explotación obrera alrededor de los premios, los estándares de producción y la división del trabajo en forma “celular”. Estos premios forman un porcentaje desmesurado del salario conformado en el neumático. En el caso de Firestone, se aplica un criterio de productividad (eficiencia), por el cual la patronal realiza descuentos del salario básico cuando los trabajdores no alcanzan los niveles de producción requeridos.
Las diferencias salariales entre las principales fábricas del neumático es otro elemento que deberá ser abordado por la nueva dirección del gremio. El último acuerdo de Wasiejko con las patronales dejó a Pirelli relegada salarialmente respecto del resto de las plantas. Antes, los francos trabajados se pagaban al 200%; hoy, se pagan como horas normales.
La primera cuestión pasa por conquistar un importante aumento en el salario básico. Esto permitirá reducir el impacto de los diferentes premios sobre el salario de bolsillo. En las primeras reuniones, las patronales rechazaron incluir cualquier punto de convenio en la negociación, al tiempo que no dieron respuesta al aumento exigido por el sindicato y las asambleas. La nueva dirección del Sutna rechazó la extorsión y exigió que se den respuesta a los reclamos. En la última reunión, las patronales respondieron con una propuesta de aumento del 32 % en dos cuotas.
El Sutna, junto con los paritarios electos en asamblea, rechazaron la propuesta, ratificando el reclamo original. Las patronales argumentan una caída de la producción por el retroceso de la exportación a Brasil, y también por el ingreso de cubiertas del exterior en el mercado nacional. Imperial Cord, de Gualeguaychú, ha señalado públicamente que en la medida que continúe el ingreso de cubiertas al país, tiene en sus planes “achicar los costos de producción”. La amenaza de la importación es una extorsión de las patronales a la clase obrera del neumático: busca colocar a los trabajadores argentinos en competencia con los de otros países, para empujarlos a renunciar a conquistas salariales y laborales. Los que invocan el “costo laboral” argentino, sin embargo, nada dicen del “costo empresarial”, inflado entre otras cosas por los tarifazos, los suberbeneficios monopólicos y la especulación financiera, que las propias patronales industriales usufructúan. Incluso la importación de cubiertas es manejada por las mismas empresas, que sustituyeron la producción de sus plantas locales importando productos de sus filiales del exterior. Está planteado defender cada uno de los puestos de trabajo y rechazar la extorsión patronal, que intenta ajustar a los trabajadores como respuesta a la crisis capitalista. Esta lucha estará indisolublemente ligada al reclamo por el salario y las condiciones de trabajo.