El martes 16/2 se llevó adelante el paro convocado por la dirección de Ate en el marco de la discusión salarial para el presente año. La medida gremial fue acompañada por una importante movilización, donde la burocracia sindical apeló al apoyo de sus aparatos.
Además de esta acción, los sindicatos de profesionales médicos (SiporsapuNE) y de enfermemos (SEN) también va a la huelga con la exigencia de que sean incorporados a la mesa paritaria, ya que el gobierno solo negocia con ATE y UPCN.

La oposición y sectores luchadores de ATE marcharon en forma unificada, donde estuvieron presentes trabajadores de EPAS (agua y saneamiento), Estadísticas y Censos, sectores de Desarrollo Social y autoconvocados de la salud.
La burocracia levanta la consigna de una recomposición salarial para los primeros seis meses, sin embargo, no específica cuál es el monto salarial, ni el método de actualización. Tampoco exige la recuperación de lo perdido en el 2020, año de fuerte pandemia y congelamiento salarial para todos/as estatales de la provincia. La falta de exigencia de lo adeudado por parte de la dirección de ATE en 2020 es lógico, puesto que ella misma fue cómplice con la medida de congelamiento. Pese a ello, el gobierno y la burocracia sindical son conscientes de que el cuadro salarial aún sigue condicionado por la experiencia de la gran huelga de salud, lo cual impacta en que no puedan cerrar por cifras paupérrimas. Al mismo tiempo, la pauta salarial está condicionado también por cumplir con el ajuste fiscal que manda el FMI. El gobierno y la burocracia apuntan al desgaste y maniobras de cuartos intermedios para disuadir una intervención de los/as estatales.

Asimismo, la burocracia apela a no clarificar el porcentual de aumento porque ello abona el terreno para un aumento por debajo de la inflación. Es que la dirección de ATE es tributario del gobierno nacional que fijó la pauta salarial en un 40% para todo el 2022 cuando la inflación proyectada supera el 50%. Al contrario del planteo de la burocracia sindical, los sectores luchadores del gremio exigen una recomposición salarial que incorpore lo perdido en el año 2020 y aumento salarial actualizable por IPC para no perder con la inflación.
En este escenario, es absolutamente clave la intervención a una escala mayor de los trabajadores/as. La experiencia de los autoconvocados es una guía y una garantía para defender nuestro aumento salarial y condiciones de trabajo. En esa línea, es importante que nos demos todas las instancias para deliberar y decidir en cada lugar de trabajo. Junto con ello, es valioso y central la unificación y coordinación entre todos los sectores de ate y la direcciones combativas de Aten.

Vamos por lo nuestro. Intervengamos los trabajadores/as.