Mediante un tuit, Alberto Fernández anunció junto a Andrés Rodríguez, secretario general del gremio UPCN, un acuerdo trimestral (junio – agosto) correspondiente a la paritaria 2023-2024. Lejos de “los salarios le ganan a la inflación”, ahora se limitó a un planteo más humilde en objetivos, pero igualmente falaz: se jactó de estar “preservando el ingreso de todas y todos los trabajadores estatales”. La puesta en escena encierra un engaño doble.

El acuerdo establece tres cuotas acumulativas del 7% en junio, 11% en julio y 12% en agosto, por lo que el tramo de esta paritaria corta se terminará de cobrar en septiembre. La primera cuota -la más importante porque además impacta en el medio aguinaldo- es la más baja y está por debajo de la inflación mensual de marzo (7,7%), abril (8,4%) y mayo (en torno al 9%).

El engaño consiste en equiparar el total del aumento anunciado (33% final a cobrar en septiembre) con la inflación acumulada del 2023 al 30 de abril (32%). Sin embargo, la aceleración inflacionaria iniciada en marzo, y profundizada por la corrida cambiara, ha colocado un nuevo piso para la inflación anual (126% de acuerdo al REM publicado en abril), aunque nadie conozca el techo, amenazado por una nueva devaluación.

Por ello, el cierre de la paritaria hasta septiembre representa el intento de licuar fuertemente el salario de las y los estatales. Esto cuando la Categoría Testigo (D0) del Sinep (convenio mayoritario de la administración pública) se encuentra en $136.510 al 30 de abril, la cual acumula una pérdida del 36,4% desde diciembre de 2015. Mientras la Canasta de Consumos Mínimos se encuentra en $322.290 y la canasta básica en $203.361. Salarios de pobreza.

ATE y UPCN deben romper con el gobierno y con el FMI

El otro aspecto del engaño consiste en que el acuerdo es anunciado mientras Sergio Massa y Máximo Kirchner (la parte del Frente de Todos que realmente gobierna) se encuentran en China, con el objetivo de obtener financiamiento internacional en divisas dada la situación de un Banco Central seco por la fuga de capitales e incapaz de hacer frente a una nueva corrida contra el peso.

¿Quién puede suponer que la paritaria solo tiene como responsable a la figura decorativa del Presidente Alberto Fernández y no al ministro de Economía? El programa de ajuste del FMI implica la licuación de los salarios públicos, jubilaciones, programas sociales y todo el gasto en salud, educación y asistencia social. También el aumento de todos los servicios públicos, incluida la indexación mensual del transporte.

Esta es “la papa caliente” que Massa tiene en las manos y que merece el respaldo de Cristina Fernández: comandar el ajuste sin perder el apoyo de los sindicatos. Por ello, de la entrega de nuestra paritaria participó UPCN. Pero ATE insiste en no romper con el gobierno. ATE nacional rechazó el acuerdo en el acta y mediante un comunicado anunció que prepara un paro responsabilizando únicamente al presidente. No es casual, dado que tanto Hugo “Cachorro” Godoy de la Verde como Catalano de la Verde y Blanca vienen de compartir con “Sergio” el palco del acto por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner.

Rechazar el acuerdo es organizar un plan de lucha

Además de la rebaja salarial, el acta mantiene el tarifado de la entrega de las licencias (presentismo) y la continuidad del aporte “solidario” (artículo séptimo). Los planteos de ATE sobre una suma fija no rompen el esquema del ajuste del FMI, son una adaptación a este: de concretarse, rápidamente serían devorados por la inflación. Pero ni siquiera luchan consecuentemente por ello.

Para defender el salario es necesaria una recomposición en una cuota que establezca un salario inicial equivalente a la Canasta Familiar de $320.000, y a partir de allí una indexación mensual por inflación, similar a la conquistada por el sindicato del neumático (Sutna). También es necesario que la paritaria incluya el pase a planta de todos los contratados: el Frente de Todos repite la historia y deja las condiciones para una nueva ola de despidos como en 2015.

Es necesario impulsar asambleas en todas las dependencias, que rechacen el acuerdo firmado por UPCN y que establezcan un plan de lucha por la reapertura inmediata de la paritaria. El reagrupamiento del activismo y la izquierda en ATE, unificado en la Lista Multicolor, puede jugar un papel de agitación y organización, impulsando plenarios de delegados y autoconvocatorias. En esta lucha también se plantea superar y expulsar del sindicato a la burocracia que entrega nuestro salario.

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