Después de alardear que pedirían el 35%, sin techo alguno, los paritarios a dedo de la Federación Papelera firmaron calladitos los topes oficiales, sólo que no fueron a la Rosada. Un mentiroso 26% se compone de una cuota inicial del 14%, luego un importe puente de carácter no remunerativo de agosto a diciembre, que se incorpora al básico recién en enero como un 12%. Punta a punta, se trata de un promedio anualizado de 20,7%, pero hay cinco meses de un importe no remunerativo que no reporta en extras.

En un sindicato vaciado de vida, sin plenarios de delegados, se ha dado paso a la política de productividad de pulpos como Celulosa, Cartocor, Smurfit-Kappa, Alto Paraná, Kimberly-Clark, Papel Prensa, Zucamor, Ledesma. El gremio tiene los índices más altos de productividad por trabajador y debido a esto las empresas lograron bajar los costos salariales. Un regalo del que no habla el kirchnerismo, cuando versea sobre la nacionalización de Papel Prensa. Blas Alaris, el octogenario mandamás de papeleros, se pasó al moyanismo hace un año. La entrega de la paritaria indica que la burocracia opositora de Moyano no tiene nada para ofrecer al movimiento obrero, más que una trenza con el patronalísimo PJ disidente.

Denunciamos esta paritaria y apoyamos la huelga de CeluPapel en San Pedro, contra una baja salarial que refleja la ofensiva de las patronales para desvalorizar los salarios de los trabajadores. La lucha por el salario va a asociada a la lucha por una nueva dirección del gremio, en eso está nuestra agrupación Combativos Papeleros.