El martes 28 de febrero, luego de dos encuentros, se cerró la paritaria de los trabajadores estatales de la Ley 10430 en la provincia de Buenos Aires.

De la reunión participaron todos los gremios de la Fegepba, UPCN y ATE, y los ministerios de Trabajo y Economía. La propuesta, aceptada como “superadora”, consiste en un 40% de aumento en total pero en tres cuotas, que se completa al finalizar el pago en agosto próximo.

La primera cuota es de un 20% en el sueldo de marzo, un 6% en el de mayo y un 14% en el de julio, todas las cuales se cobran a mes vencido. A su vez habrá un “monitoreo” en mayo, se actualizan los injustos topes a las asignaciones familiares a partir de marzo, y se comprometen a una reapertura de paritarias en agosto. Con estos acuerdos la pérdida de los salarios, que se arrastra desde el gobierno de Maria Eugenia Vidal, no se va a recuperar.

En diciembre se acordó también una recategorización, que se efectivizará recién en abril de este año. Es decir que nos roban un año de cobro de la categoría que nos corresponde. Es así como se va pulverizando el salario de los estatales.

La oferta, similar a la que el gobierno le realizó a los docentes, fue aceptada por Fegepba, UPCN y ATE sin consultar a los trabajadores, sin que se realice ni un plenario o reunión de consulta de delegados o afiliados.

El acuerdo al que se llegó es sobre la base de los salarios de diciembre de 2022, osea salarios de pobreza. En la actualidad con 40 horas se cobra en promedio unos $135.000, y en agosto cuando se terminen de pagar todas las cuotas estaremos cercanos a los $195.000. Esto contrasta con las cifras que difunde la junta interna de ATE Indec, realizadas sobre las cifras oficiales de ese organismo, que dan para el mes de febrero de 2023 que deberíamos estar cobrando 250.000 pesos para cubrir gastos básicos de una familia.

Una vez más los sindicatos firmaron una paritaria a la baja, quedando los salarios en la escalera mientras la inflación va por ascensor. Y eso sin agregar que los tarifazos a los servicios, que no terminan nunca. Los aumentos, a su vez, son sectoriales. Los auxiliares de educación alcanzarán un 47% pero sobre salarios de base aún más bajos.

Desde Tribuna Estatal planteamos que hacen falta asambleas y plenarios para debatir las propuestas y decidir cuál es la cifra que necesitamos y cómo luchamos para conseguirla. ATE dice haber realizado un plenario de secretarios generales que aceptó por mayoría la propuesta, pero no hubo ni la menor consulta a los afiliados. La vida sindical existe y OScar de Isasi solo está preocupado por su candidatura en ATE nacional como sucesor de “Cachorro” Godoy y su lanzamiento como candidato en el peronismo. De lucha no hablan y es que los sindicatos se han integrado al gobierno ajustador. Los afiches de UPCN, mientras tanto, dicen Kicillof 2023.

Es necesario dar un vuelco y poner en pie instancias de debate que permitan dar a luz un plan de lucha para recuperar de verdad el salario de los estatales.

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