Paritarias de UTA: Las asambleas son la respuesta

Las negociaciones paritarias entre la directiva de la UTA y las cámaras patronales están empantanadas en discusiones muy distantes de lo que reclaman los trabajadores.


A mediados de marzo, Calgary (secretario de Prensa de la UTA) informaba sobre un acuerdo consistente en una suma fija de 1.080 pesos, retroactiva al 1° de enero y hasta el 30 de junio, más el aumento del viático que pasaba de 40 a 50 pesos por día. Previamente, la UTA había informado que reclamaba un incremento del 23 por ciento para terminar negociando un preacuerdo que no superaba el 18%.


Pero desde el gobierno lo rechazaron, porque se había firmado por seis meses y contenía una cláusula de revisión en julio, tanto de la inflación como de la suba del boleto que se encuentra en carpeta del ministro Randazzo.


Además de rechazar el acuerdo, el gobierno declaró una conciliación obligatoria que se extenderá por veinte días hábiles. La UTA aceptó, a pesar de que aún no se había tomado ninguna medida de fuerza contra el veto de la Rosada.


Las exigencias de ajuste del gobierno han colocado a la paritaria de la UTA en un impasse que puede derivar en un conflicto, teniendo en cuenta la gran agitación que recorre todo el gremio.


El 27 de febrero, una masiva asamblea de trabajadores de Ecotrans votó a favor de un aumento salarial del 35 por ciento al básico inicial de 5.628,16 pesos y la extensión de ese porcentaje a la antigüedad y al resto del salario conformado. También se pronunció por la derogación del impuesto al salario, de los topes salariales a las asignaciones familiares y la equiparación salarial del personal de Técnica, Administración e Inspección (véase PO Nº 1.260).


Durante esta semana, una asamblea de trabajadores de la Línea 60 votó el mismo pliego de reclamos, así como la convocatoria conjunta a una concentración (corte) en Puente Saavedra para el 16 de abril. En esa fecha finalizaría la conciliación obligatoria, dictada por el gobierno y aceptada sin chistar por la UTA.


Son las asambleas obreras las que pueden dar una salida de lucha al servicio de las necesidades de los trabajadores del transporte. Necesitamos fortalecer una agrupación nacional de oposición a la burocracia de Fernández en la UTA, la cual pelee por el salario, contra el trabajo en negro y que defienda el método de las asambleas.


Llamamos al resto de los trabajadores de la UTA a sumar esfuerzos para que nuestro salario no sea la variable de ajuste en el fracaso de la política de transporte del gobierno y las patronales.