Sindicales

28/2/2008|1027

Parmalat: ¿Esto puede ser una salida?

75% de los trabajadores despedidos, indemnización al 50%


La situación actual es la siguiente. Una "nueva" empresa (Industrias para el Agro) pretende hacerse cargo de la planta de Pilar ocupando supuestamente 100 trabajadores, 53 que empezarían a trabajar ya y otros 47 suspendidos por 90 días a la espera de un mayor ritmo de trabajo. Veinte sobre 28 compañeros que pactaron indemnizaciones al 50 ó 60% del monto de ley… no pudieron cobrarlas por falta de fondos.

La supuesta nueva patronal se hace cargo sólo de la planta de Pilar y carecería de logística -los compañeros de Chascomús y Carapachay quedarían por lo tanto "a la buena de Dios".

En el mejor de los casos habría trabajo para 100 de los 402 compañeros de Parmalat.

Es el plan más siniestro de cuantos se hayan conocido del vaciador Sergio Taselli.

La "nueva" puede ser en realidad una firma fantasma para hacerse cargo del negocio que entienden viable y mandar a la quiebra la sociedad anterior, cagándose hasta en la indemnización de los compañeros.

En cualquier caso, ésta es la realidad.

¿Qué hacer? En el último período la burocracia de Atilra Capital, enfrentada al Consejo Central, ha vuelto a hacer de mandataria del grupo Taselli, empujando a los compañeros hacia esta salida siniestra. La burocracia central, que hizo lo mismo hasta hace unas horas, amaga ahora con resistirla. De conjunto, han partido el frente de los trabajadores para enfrentar la política patronal y ninguna de las fracciones ha dado un solo paso práctico en función de los reclamos planteados. La propuesta de un plan de lucha y de un Fondo de Huelga, hecha por los compañeros de la Lista Naranja en la asamblea de la planta, fue recibida favorablemente.

Si 402 compañeros han resistido hasta ahora la tarea perversa de desmoralización, incluyendo el retraso en el pago de salarios que pretende retrotraer a los trabajadores a la condición de mendigos, existe la posibilidad de otro desenlace. La nueva "solución" Taselli es una masacre social y no da ni siquiera para el pago de la indemnización de ley.

Con la lucha, los trabajadores han persistido casi cuatro años a pesar de todo, y se logró en dos oportunidades la reincorporación de los compañeros despedidos. Con ello, Parmalat se forjó una autoridad en el resto de la clase obrera.

Los compañeros que están proponiendo el retome de una lucha de conjunto han enfrentado la confianza o expectativa puestas por la burocracia en las supuestas salidas o el vaciador. Si la experiencia vale de algo, hoy existe la posibilidad de reconstituir la unión obrera y hacerla sentir. Para repudiar el nuevo plan del vaciador y reclamar el pago de los salarios adeudados, la defensa de los puestos de trabajo, la vuelta atrás con los despidos y el funcionamiento pleno de Parmalat bajo intervención del Estado y gestión de los trabajadores.