Sindicales

17/2/2005|887

Parmalat: Que se ponga en marcha la producción sin despidos ni rebaja de salarios


La provocación lanzada contra los trabajadores de Logística con el anuncio de catorce traslados y el cierre de la planta “los fines de semana” fue repudiada por las asambleas, que ratificaron el rechazo a toda negociación (imposición) individual y la permanencia dentro de las instalaciones para impedir cualquier intento de vaciamiento.


 


La ilusión de que el traslado a Pilar, en las actuales condiciones, podría ser una solución, quedó rápidamente disipada cuando algunos compañeros que lo habían aceptado denunciaron la pretensión patronal de no respetar los turnos ni las tareas y eliminar algunos adicionales, como las extras de los sábados.


 


Estaría en estudio transformar a Carapachay en una “nueva empresa de distribución” (con personal reducido) o en una tercerizada (lo que supone despidos).


 


La empresa informó también que está cerrado un acuerdo con los principales acreedores y que el 15 de febrero presentaría ante el Ministerio de Trabajo el plan de producción y la reactivación de las líneas de Ultra, Vidrio y Postres.


 


Pero la versión de que no hay en marcha un desguace sino un proyecto de expansión, choca de bruces con la realidad actual, es decir con la reducción del personal administrativo y la caída de la producción a cerca del 20 por ciento de sus niveles habituales.


 


Según Ponce, secretario general de Atilra, el “parate” se debe a la falta de materia prima porque los tamberos se negarían a vender hasta que se resuelva el concurso. Sin embargo, las compras de leche están orillando los 200 mil litros, poco menos de lo que entraba antes de la llegada de Taselli.


 


Lo que ocurre es que cuatro quintas partes de ese insumo se está secando y stockeando; las líneas de elaboración y envasado siguen casi paradas.


 


La opción de que Taselli apunte a quedarse sólo con la porción del negocio correspondiente a la exportación de leche en polvo es la que más viene sonando desde un principio.


 


La empresa comunicó que negociará despidos y rebajas de sueldo en el marco de la famosa Comisión de Seguimiento. Además de que muchos empleados fuera de convenio y administrativos ya sufrieron descuentos, esa comisión, integrada por la burocracia, simplemente avala la reestructuración que quiere hacer Taselli. Atilra manifestó de entrada su acuerdo con el plan y el convenio de crisis.


 


Los trabajadores han impugnado ante la patronal y el Ministerio la Comisión de Seguimiento y reiteran su posición de que sólo los representantes electos en asamblea y sujetos a su control pueden sentarse con la empresa. Al mismo tiempo, rechazan de plano cualquier “negociación” que tenga por base despidos y quita de conquistas. La jueza del concurso de acreedores debería dictar una resolución de ‘no innovar’ en materia de condiciones de trabajo (mientras se resuelve el trámite del concurso) y que las plantas se pongan a producir.


 


La patronal y la burocracia promueven la confusión con relación al proyecto de Taselli. Se votó enfrentar esta campaña de desinformación con un boletín de lucha que recoja las novedades cotidianas del conflicto y vaya señalando cada paso a seguir. Es necesario que las restantes plantas del sindicato se pronuncien en asambleas, y que un plenario de delegados mandatados decida un plan de lucha en apoyo a Parmalat y las reivindicaciones postergadas de los trabajadores lecheros.