La patronal de Siam en Avellaneda viene ajustando y despidiendo trabajadores desde noviembre del año pasado. En los últimos cuatro meses fueron dejados en la calle más de 80 contratados y se cerraron dos turnos.

En la última semana, la patronal echó a cinco trabajadores efectivos, lo que provocó que se realice una asamblea el jueves para discutir el problema, la que votó, por unanimidad, el paro para el día siguiente. El acatamiento fue total.

La UOM intentó sabotear desde un principio la medida, dándole el carácter de “paro por repudio a los despidos” y no por la reincorporación: un saludo a la bandera.

En la asamblea, el sindicato propuso: en primer lugar, que se cierre el comedor, para ahorrar un gasto y que se destine a sostener los puestos de trabajo. Se trata de un chantaje, porque el funcionamiento del comedor les ahorra a los trabajadores la vianda del día, además de que su cierre provocaría el despido de otros trabajadores que cumplen funciones allí.

Los puestos de trabajo no son prenda de negociación bajo ningún argumento. En segundo lugar, propusieron que el paro sea en los lugares de trabajo.

La contrapropuesta de los trabajadores fue: paro con asamblea permanente en los molinetes y tomar otras medidas hasta lograr la reincorporación, superando el planteo de la dirección del gremio.

La patronal insiste en avanzar con los despidos. El camino para parar esta ofensiva es mantener las medidas de lucha hasta lograr la reincorporación de los compañeros y no dar un paso atrás frente a cualquier otra avanzada patronal. ¡Vamos con todo para defender los puestos de trabajo!