Sindicales

7/9/2006|962

Paro de 24 horas de Jefes y Jefas

La lucha por el pase a planta permanente

La jornada de paro de los trabajadores de los planes, del jueves 24, ha sido un éxito. Marcharon a la Casa de Gobierno más de 200 compañeros de cerca de 50 lugares de trabajo, acompañados de delegaciones muy representativas de compañeros de Orán, Tartagal, Mosconi y Vespucio. Además se organizaron dos movilizaciones simultáneas en Tartagal y Orán con cientos de compañeros cada una.


La medida recibió el apoyo de los trabajadores de planta e incluso de los directivos y hasta de gerentes de hospital. Son pocos los sindicatos capaces de llevar a cabo una movilización provincial de este alcance, y esta se hizo a pesar del boicot de todas las direcciones gremiales. Estas movilización fue acompañada por un paro provincial, que se hizo sentir en distintos establecimientos públicos.


No es un dato menor que el gabinete de Romero en pleno (los ministros de Gobierno, Hacienda, Salud y Educación y el secretario de Empleo) tuviera que recibir a la mesa de 10 delegados provinciales de los Jefes y Jefas que trabajan en las reparticiones públicas de la provincia. Tampoco es menor el hecho de que a esta representación la haya acompañado parte de la bancada del Partido Obrero: Claudio Del Plá (diputado provincial) y Alejandro López (concejal en Capital).


Al gobierno le preocupa sobremanera el desarrollo de este movimiento, con una adhesión popular en crecimiento y un potencial de desarrollo mucho mayor, teniendo en cuenta que falta impulsar el movimiento en muchas localidades y falta organizar aun a otros sectores de trabajadores del Estado precarizados, como los pasantes, los tercerizados, los que trabajan con convenios basura para los municipios. Les preocupa aún más si es el Partido Obrero el que lo está impulsando desde un primer momento. Temen que se reproduzca lo sucedido hace dos meses en Orán, cuando la unidad de trabajadores de planta, contratados y changarines arrancó el aumento de salarios para los municipales, la incorporación a planta de la mayoría de los contratados y un aumento del jornal para los changarines.


Pese al éxito y la fuerza de la jornada, el gobierno rechazó el reclamo de incorporación a planta. Su argumento fue negarse a reconocer su carácter de trabajadores estatales; dicen que el Estado les hace el favor de “permitirles contraprestar para que no pierdan el plan”… Es decir el Estado “les hace el favor” de trabajar sin derecho alguno, como esclavos… La fuerte intervención de los delegados destruyó uno a uno los argumentos de los ministros.


Sólo se comprometen a una “prioridad” para los compañeros de los planes al producirse una vacante. Rebatimos cada uno de los argumentos y entonces plantearon que el problema era que no hay plata para los nombramientos. Entonces les demostramos que el gobierno tiene este año 500 millones más de los que estaban presupuestados.


Lo único que aceptaron es establecer un régimen de licencias similar al de los empleados públicos y entregar ropa de trabajo a los que trabajan en salud y educación.


Son pequeñas cosas pero que implican de hecho un reconocimiento de que los compañeros de los planes son trabajadores.


Es evidente que para forzar el pase a planta de los compañeros hay que multiplicar todavía más la fuerza y la organización de esta lucha.


La lucha sigue. La asamblea del 26, después de sacar un balance del paro, coincidió en que dimos un paso importante. Para continuar la lucha, se planteó preparar una jornada provincial para el próximo 4 de octubre: la “Marcha a Pata y Pulmón contra el trabajo en negro”.

Esto supone recursos, un gran apoyo popular y una llegada multitudinaria a la Capital. Por lo tanto, se reforzó la mesa de delegados, el empadronamiento por lugar de trabajo, y se van a coordinar actividades intermedias que impulsen esta gran jornada. Además, reclamaremos el apoyo de todos los sindicatos y organizaciones populares que hasta ahora no dieron ni una muestra de apoyo. Hay una gran tarea a desarrollar.