Sindicales

16/12/2019

Paro de 60 líneas de colectivos, una medida a dos bandas

Un paro de casi 60 líneas de colectivos del Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires se realiza sorpresivamente desde esta mañana, en una medida que incluye cortes en el Puente La Noria, el Puente Pueyrredón y en la Rotonda Los Pinos en Almirante Brown.


Los choferes, pertenecientes a las líneas de la empresa Dota, reclaman una recomposición salarial, a pocos días de que se haya firmado un acuerdo paritario hacia el final del gobierno macrista. Los cuestionamientos salariales en la base del gremio son muy extendidos, ya que en el año quedaron rezagados en más de 10 puntos respecto de la inflación anual. Sin embargo, esta acción sorpresiva tiene aparentemente otros objetivos que exceden los intereses de los choferes.


Una de esas razones es la presión de la patronal Dota para que se habiliten nuevos subsidios del Estado, bajo amenaza de no pagar los aguinaldos en caso contrario. Ante los anuncios del gobierno de Alberto Fernández de abrir una discusión en torno de tarifas y compensaciones estatales, las empresas como Dota huelen sangre y atacan. La medida también se explica por la ligazón entre la fracción burocrática “opositora” de la UTA encabezada por Miguel Bustinduy con la empresa Dota, de modo que mientras la patronal extorsiona a los choferes Bustinduy supedita los reclamos obreros a los de la patronal.


Por otra parte, el paro también se cuela en la disputa mafiosa entre las dos fracciones de la burocracia de la UTA, que protagonizaron fuertes resquemores el día de la asunción de Alberto Fernández. La razón por la que se tienen a palazos limpios sería que el oficialismo de Roberto Fernández (dicho sea de paso de profundos vínculos con Mercedes Benz) no convoca a elecciones de delegados en las líneas dominadas por Bustinduy, apostando a desplazarlo del gremio.


La lucha por el salario y las condiciones de trabajo en el transporte automotor solo puede ser consecuente si va de la mano de la lucha contra las burocracias sindicales. La UTA, disputada entre estas dos bandas mafiosas, está al servicio de uno u otro grupo empresarial, que saquean el bolsillo del pueblo trabajador a través de tarifazos y subsidios millonarios.